Besson es un director que tiende a divagar entre los géneros, y esa es una de las pequeñas debilidades de 'Malavita'. Sin embargo, su mayor fortaleza radica en el talentoso elenco de actores.
Machete no envía mensajes, Machete actúa con silencio y determinación. Esto se siente más como un tráiler que como una película completa. El resultado final es impresionante.
Un proyecto excesivo y vulgar. Tiene momentos de arrebatos hilarantes, pero en su formato general se siente artificial, como una transgresión demasiado elaborada para el gusto del espectador.
Talento y brillo en estado puro. con ese tono elegante que sólo los actores ingleses son capaces de imprimir a un guión tan inteligente y bien desarrollado como este.
Es excesivamente extensa, con un desenlace que parece forzado. El inconveniente radica en que combina diversos géneros, tramas y diálogos de manera desorganizada.
Nos cansamos de solicitar a estos actores que exploren nuevos registros, y cuando finalmente lo intentan, nos damos cuenta de que lo mejor es que regresen a su papel habitual, porque al intentar algo diferente caen en el abismo del ridículo.
Aunque no es una baratija que se pueda tirar sin apenas mirarla, tampoco es la joya de la corona. Es un cómic tan celebrado y con tanta riqueza en su interior que resulta extraño y decepcionante que tampoco esta vez consigan sacarle brillo.
Mero ejercicio de visualidad. La escenografía es principesca, la fotografía deslumbra. ¿Y la historia? No hay una historia sólida; es superficial y poco original.
Pero un poco somnoliento. Una idea original llevada a cabo con cierta discreción, ejecutada con excesivo tiento y el argumento alberga no pocas lagunas narrativas.
Todo resulta bastante obvio, demasiado dirigido a un público infantil y carece de sorpresas. Es un espectáculo que, aunque posee un atractivo superficial, se siente vacío en su esencia.
Simples gracietas. ¿Por dónde se salva la película? Por la música, por un puñado de buenas canciones que amenizan la aburrida marcha hasta el desenlace final, previsto y reprevisto.
Un trabajo pequeño y modesto, repleto de detalles que crean un resultado bastante apreciable. A pesar de su belleza y elegancia exterior, su interior refleja decadencia y amargura.
En la interpretación, el filme destaca con un duelo entre Ifans y Redgrave que eleva la obra a nuevas alturas. Es una propuesta muy interesante de Emmerich.