Se deja ver sin contratiempos, pero en cuanto a su contenido cinematográfico, ofrece una resolución fácil y poco profunda, careciendo de una historia que atrape verdaderamente.
El tema principal es una tontería enorme. Es claro que no hay una dirección convencional a seguir, pero esa libertad creativa es lo que usan para provocar risas.
Claramente partidista, en favor de los católicos. Todo se puede resumir en una buena intención en el proyecto, pero con demasiados flecos sueltos y muchos kilos en un lado de la balanza como para tenerla cierto aprecio.
Lo único que rescata la película es la selección de los presidiarios, que no añade nada nuevo al material original. Además, el final ha cambiado para mal.
Mucho dinamismo, rapidez y contundencia, pero livianas cargas en los dibujos de los personajes, sin perfilar la mayoría. El trabajo no defrauda, entretiene pero no acaba de enamorar.
Ofrece una retahíla de cosas sabidas. Hay valores en la propuesta de Ratner, pero están tratados como seres menores: la historia de amor y ciertas escenas de Woody Harrelson, un actor poco explotado en su vena cómica.
Un relato que, en su sencillez, roza lo vulgar. El guión presenta numerosas fallas que no logran sostenerlo. Además, el desenlace resulta ser excesivamente simple, recordando los típicos telefilmes de la tarde.
Hay mucha ternura en la filmación y una gran complicidad con todos los aspectos de la obra, acompañado de un final sorprendente. Un bonito trabajo de Maíllo con gran mérito en su quehacer.
La trama resulta algo simplista y su desarrollo es difícil de aceptar, incluso considerando a 007. Sin embargo, la actuación de Dafoe inyecta un gran carisma a la película. Aunque no quedará grabada en la memoria, sin duda disfrutarán viéndola.
El público acude en gran número para disfrutar de Kate Beckinsale con su impresionante traje de cuero negro y la emocionante acción acompañada de efectos cada vez más impactantes. Para los fanáticos del género, la película cumplirá con sus expectativas.
La obra destaca por las emociones que transmiten sus personajes, aunque presenta debilidades. Su historia es predecible, con una clara división entre el bien y el mal, culminando en un desenlace que, aunque bien realizado, resulta insatisfactorio.
No se trata tanto de una película ideológica, sino de retratar a personas atrapadas en decisiones difíciles. Sin embargo, tiene algunas debilidades, como el exceso de sentimentalismo en la llegada a casa, diálogos con fallos y el desarrollo de personajes secundarios poco sólido.