Después de 'Harry Potter and the Prisoner of Azkaban', esta cuarta entrega de la saga resulta ser una desilusión, presentando un metraje de 157 minutos que se siente como una carga.
Elegante, aunque su esencia resulta menos cautivadora de lo anticipado. Se transforma en una convencional película asiática de extrema crueldad, un estilo que Takashi Miike popularizó.
La primera obra de Almodóvar que realmente me ha cautivado. Se trata de un melodrama meticulosamente elaborado que se aleja de sus habituales travesuras y rumores.
La combinación de humor negro, un suspense inquietante y una ternura relacionada con el apocalipsis convierte a esta película en una de las más destacadas del género de terror en tiempos recientes.
Un estrepitoso fracaso comercial, que desde entonces ha sido reconocido como una película emblemática de los 60, clarividente en su visión del autoengaño americano.
La narrativa aborda los dilemas éticos y las complejidades características de Melville, mientras que las escenas nocturnas de Manhattan se presentan de manera deslumbrante, mostrando la perspectiva surrealista de un forastero en la ciudad.
El encanto se ha desvanecido. Los amantes del cine apreciarán las referencias incluidas, pero si realmente eres un cinéfilo, ¿qué razón tendrías para perder el tiempo con esta película?
Al compararlo con otro director, Kim evoca a Catherine Breillat, conocida por 'Fat Girl'. Ambos comparten un notable talento cinematográfico que resalta y dignifica una perspectiva juvenil sobre las relaciones entre hombres y mujeres.
Algunos opinan que la trama entera, así como la inclusión de Mr. Brainwash, es un sofisticado truco creado por Banksy para burlarse de la comercialización del arte. Si esto es cierto, resulta verdaderamente ingenioso.
La historia no logra consolidarse por completo, pero gracias a Ustinov y Robert Morley, Dassin logra ofrecer un entretenimiento ligero de gran calidad.