La comedia a veces resulta efectiva y otras veces no tanto. Sin embargo, el talentoso elenco, encabezado por el destacado Martín Piroyansky en el papel de Jorge/Tangalanga, logra mantener la calidad de la obra.
Tratando de evitar los lugares comunes de las películas de fantasmas, Sánchez va siempre un paso más allá, haciendo que cada nuevo giro, en lugar de sumarle peso dramático a la historia, la vayan aligerando hasta volverla casi inocua.
Una sorpresa inesperada. No porque se trate de la octava maravilla del cine de terror, sino porque al menos realiza con cierta gracia y estilo lo que ya ha sido hecho tantas veces de modo chapucero y vulgar.
En su tercer largometraje, la directora de 'XXY' y 'El niño pez' demuestra ser una narradora eficiente, eligiendo con precisión los detalles necesarios para crear una película cautivadora, aunque a veces peca de una excesiva metaforización.
Si se pudiera imaginar una cruza entre lo más condescendiente de la comedia francesa y un universo femenino almodovariano pero clase B, tal vez así se pudiera andar cerca de lo que propone 'Las mujeres del 6º piso.'
Se asemeja más a obras mediocres como las que forman parte de la saga La monja o a las películas de posesiones demoníacas, que a la singular creación de Donner.
El principal mérito de los directores radica en la habilidad de manejar el crescendo dramático de forma eficaz, haciendo que todas las líneas de tensión confluyan en un punto de quiebre que se permite ir más allá de sus propias convenciones.
'Azor' elabora su intriga con maestría, manteniendo un ambiente opresivo a través de una intensa acción dramática, una fotografía excepcional y una banda sonora increíblemente efectiva.
Esta segunda parte se muestra eficaz para trasladar al público las emociones y el miedo de sus personajes y logra introducir ciertos elementos que le aportan un plus al viejo combo conocido.
Como una fábula, un poco a la manera de Forrest Gump, la figura de Tammy Faye es usada como vehículo para atravesar las diversas contingencias históricas. La diferencia es que ella, (...) está lejos de la simpleza del personaje de Tom Hanks.
Crea criaturas emocionalmente complejas, tan capaces de fallar como de actuar con la nobleza más conmovedora, haciendo que cada lágrima que el espectador derrame por ellos merezca haber sido llorada.
El desliz de Guadagnino no radica en su intento de distanciarse de la obra que buscaba adaptar, sino en la inclusión excesiva de subtramas que parecen querer alcanzar el nivel de subtexto.
Aunque su propuesta no sea original y siga una estructura narrativa de “sketches” de terror, es evidente que 'El conjuro 2' supera considerablemente a la mayoría de las películas del género que se suelen estrenar.
El humor del film escrito y dirigido por Shane Black recurre al absurdo de forma sencilla y fluye con naturalidad desde el comienzo hasta el final, sin restar protagonismo a la acción ni a la trama policial, que también posee su dosis de locura.
Jolie no se permite desviarse ni un centímetro del destino dramático que ha establecido para narrar esta historia, lo que conduce a una reducción de sus intenciones poéticas a la más evidente de las literalidades.
Si algo había mostrado Ben Affleck en sus dos primeras películas como director era coherencia. A diferencia de lo mencionado, en 'Argo' se permite combinar géneros diversos, lo que da como resultado un híbrido en el que se aprecian las costuras.
'Mixed by Erry' toma la decisión de abordar el ascenso y la caída de los Fratassio en clave de comedia. En el camino relativiza la gravedad del delito cometido. Es cierto que a eso se lo llama romantizar un crimen, pero no deja de resultar simpático.
Wolf le aporta un manejo preciso de las formas narrativas cinematográficas, colocando a la película bien lejos del documental televisivo. Y además confirma sus dotes de entrevistador.
La alteración del orden, que más que un truco es pura truculencia, es acompañada por una vuelta de tuerca de esas que pondrá a más de uno en el incómodo lugar de desearle el mal al guionista. Un giro que tampoco es original.