La educación nada sentimental de un niño soldado africano se retrata con una belleza cruda y un horror palpable en 'Beasts of No Nation', proporcionando una crónica implacable y crítica sobre la guerra civil.
El don de Lafosse para mantener la tensión emocional y crear ambigüedad moral es invaluable en esta impactante pero discreta incursión en el cine de gran alcance. Sin embargo, la crudeza de su temática y la ausencia de una accesibilidad inmediata complican su recorrido comercial.
Una hirviente evaluación del movimiento misionero cristiano en África, 'God Loves Uganda' tiene una feroz misión propia: retratar a los evangélicos estadounidenses como arrogantes y crédulos, pero aún así peligrosamente eficaces represores de las libertades sexuales.
Tobey Maguire brinda una intensa y apasionada interpretación como el campeón de ajedrez Bobby Fischer en este biopic bien estructurado y efectivo de Edward Zwick.
Sería difícil imaginar un guía más memorable para este mundo que Cooper, cuya interpretación, cada vez más oscura y frenética, capta nada menos que la materialización -y la putrefacción- del sueño americano de un hombre.
Un drama que ofrece una paciente observación y a menudo una inquietante violencia, pero que no deja de resultar demasiado familiar en algunos de sus detalles; resulta rico en la textura rural, pero flojo en su impulso narrativo o en sus sorpresas.
Este es un filme excepcional que entiende lo unidos que estamos a los espacios físicos y psicológicos de la infancia, cómo nuestras familias y las tradiciones con las que nos criaron pueden ser a la vez enriquecedoras y limitantes.
Gaspar Noé vuelve a hacer de las suyas, y algunas nuevas (...) Es otro viaje mortal de Noé, en otras palabras, y quizás su más poderoso e intransigente
Woodard y Hodge logran que incluso las interacciones más breves transmitan una profunda emoción. La intensidad de su relación logra eclipsar los tropiezos ocasionales de la película.
Una oda golfa y agridulce a las duraderas alegrías de la amistad. 'Land Ho!' logra un balance casi perfecto entre el desaliño indie y un acabado comercial.
Trazando delicadamente los problemas de una relación de nueve años entre dos hombres que viven en Nueva York, Ira Sachs se sirve de sus propios recuerdos para ofrecer la sensibilidad y la melancolía en 'Keep the Lights On'.
Con una fotografía sugestiva y bien realizada, la película de Walter Salles palpita con energía juvenil, pero resulta excesivamente calculada. Esto pone de manifiesto la dificultad, y tal vez incluso la inutilidad, de adaptar el aclamado éxito literario de Kerouac a la pantalla.
El estilo visual que combina el realismo y la abstracción de formas resulta, sin duda, impresionante, aunque no siempre alcanza una eficacia espectacular.
La historia de Jacobs es a la vez amarga y reconfortante, pero su minuciosa técnica es tan intrínsecamente fascinante que bien podría haber respaldado un drama menos centrado en emociones tan intensas y familiares.
Una acusación feroz y poco sutil sobre la religión organizada. Diseñada de manera agresivamente desagradable, la película mantiene, no obstante, una cierta imprevisibilidad.
Un magnífico retrato de un burro, es la película por la que has estado rebuznando. La gracia de esta película es extender la comunión a los seres humanos que pasan por delante de la cámara.