Como muchos originales de Netflix, es el equivalente cinematográfico a un libro comercial: no es lo suficientemente bueno para hechizar al espectador ni lo suficientemente malo para afectar al currículum de los participantes.
Se puede argumentar que no hay que analizar demasiado los mensajes sociales de películas como esta, ya que el equipo creativo probablemente no lo hizo. Pero esta merece esa crítica, aunque solo sea porque no hay mucho más.
El drama humano se presenta de manera superficial y simplista, lo que hace que muchos espectadores retengan más las escenas con perros y las bromas sobre excrementos que los momentos de muerte y sufrimiento.
Otro remake desabrido de la maquinaria mágica de Disney. Aunque comparte la puesta en escena del ballet de 'The Nutcracker', el argumento es tan distinto que comparar ambas obras no tiene sentido.
Fatalmente aburrida. La película tiene una idea interesante, pero la entierra bajo capas de apatía posadolescente, hilos narrativos sueltos y un divagar sin rumbo.
La representación positiva del poliamor es bastante audaz. Al final, 'Mohawk' evoluciona para mostrar un entendimiento simbólico profundo entre el opresor y el oprimido.
Que la encuentres pretenciosa o intrigante es, esencialmente, una cuestión de gusto. Todo parece desarrollarse para llegar a algo profundo, o profundamente estúpido.
Si puedes tolerar un poco de música melodramática y una iluminación etérea en tu 'pornografía gastronómica', la película satisfará el deseo de los amantes de la cocina multicultural.
Uno de sus mensajes más valiosos es que lo mejor que puede hacer un aliado es apartarse y dejar que la gente marginalizada hable por sí misma. Aun así, es evidente que un par de mujeres blancas bienintencionadas escribieron el guion.
Está llena de guiños que socavan cada momento de suspense, tensión o cualquier cosa que se parezca a una emoción humana auténtica. Los gags secundarios son la película. El resto es el relleno.
Birmingham logra captar la atención del público al insinuar la posibilidad de violencia, mientras sugiere con sutileza una inminente explosión de sangre.