Placentera y molesta. A veces, la película evoca una de las parodias desenfrenadas de Audley. Otras veces, resulta irritante con una cursilería que recuerda el estilo de Wes Anderson.
Las escenas carecen de continuidad. La mayoría de las crisis se resuelven mediante un montaje acompañado de música pop. Es posible que algún cinéfilo dadaísta considere 'Second Act' como una obra maestra de la ilógica.
'The Brink' busca satirizar la diplomacia mundial. En manos de un director adecuado, podría ser tan provocativa como la película de Kubrick que intenta imitar. Sin embargo, en su estado actual, apenas sería aceptable como un sketch secundario en el SNL.
Los dos episodios enviados a los críticos presentan una mezcla confusa, que va desde momentos de brillantez hasta fallos notables, sobre todo en lo que respecta al guión y las actuaciones.
La miniserie de Lifetime, que sigue la historia de Lizzie Borden, es un completo fiasco, salvo por las extraordinarias actuaciones de sus dos protagonistas.
A pesar de su evidente petulancia, que no llega a ser totalmente evidente hasta el tercer episodio, es fácil engancharse al drama culebronesco de 'Una vacante imprevista' y admirar algunas de sus interpretaciones.
La miniserie carece de vitalidad, presentándose más como una conferencia rigurosa que se ve de vez en cuando interrumpida por momentos de acción mal ejecutados.