Naruse y sus actores se sienten como marionetas atrapadas en un cuento de hadas. El ambiente de la clase trabajadora, que es bastante conocido por el director, nunca se mostró tan poco realista.
Que sea mucho más que una parada de los monstruos es un testimonio del talento de Zulawski para hacer que incluso los comportamientos más exagerados resuenen con una emoción potente y aguda.
El zumbido de una mosca o una serie inexplicable de cambios en el clima son suficientes para petrificarte. Una película evidente pero bastante conmovedora.
La adaptación de Netflix de la popular serie de libros infantiles es sorprendentemente divertida. El que un día fue Doogie Howser maneja a la perfección el arte de provocar risas, ya sea a través de diálogos cargados de sarcasmo o mediante momentos de comedia física.
Placentera y molesta. A veces, la película evoca una de las parodias desenfrenadas de Audley. Otras veces, resulta irritante con una cursilería que recuerda el estilo de Wes Anderson.
Las escenas carecen de continuidad. La mayoría de las crisis se resuelven mediante un montaje acompañado de música pop. Es posible que algún cinéfilo dadaísta considere 'Second Act' como una obra maestra de la ilógica.
'The Brink' busca satirizar la diplomacia mundial. En manos de un director adecuado, podría ser tan provocativa como la película de Kubrick que intenta imitar. Sin embargo, en su estado actual, apenas sería aceptable como un sketch secundario en el SNL.
Los dos episodios enviados a los críticos presentan una mezcla confusa, que va desde momentos de brillantez hasta fallos notables, sobre todo en lo que respecta al guión y las actuaciones.