La miniserie de Lifetime, que sigue la historia de Lizzie Borden, es un completo fiasco, salvo por las extraordinarias actuaciones de sus dos protagonistas.
A pesar de su evidente petulancia, que no llega a ser totalmente evidente hasta el tercer episodio, es fácil engancharse al drama culebronesco de 'Una vacante imprevista' y admirar algunas de sus interpretaciones.
La miniserie carece de vitalidad, presentándose más como una conferencia rigurosa que se ve de vez en cuando interrumpida por momentos de acción mal ejecutados.
La singular comedia de Starz inicia de manera poco prometedora, pero logra encontrar su ritmo. Se percibe que los actores intentan ocultar una parte demasiado humana de su ser, lo que la diferencia de otras propuestas humorísticas.
La sensibilidad poética de Jordan logra sobrepasar cualquier deficiencia. Su extraordinaria habilidad para crear imágenes metafóricas impactantes evidencia que este género aún tiene mucho que ofrecer.
Esta sublime y severa nueva versión de la historia de un chupasangre que causa estragos impíos es menos una composición coral, que una taciturna pieza de música de cámara.
Una destacada representación del escándalo del Vaticano en el siglo XIX. La narrativa se desarrolla con una intensa tensión que mantiene al espectador cautivado.
Un documental que mezcla diversión y emoción de manera brillante. Desde el inicio, se presentan revelaciones impactantes que hacen que valga la pena ver la película.