El libro es, sin duda, una de las obras más entrañables de Dahl. Ahora se ha transformado en una explosión visualmente cautivadora, reflejando lo mejor de Anderson.
Mark Rylance brilla en este impresionante thriller. Su actuación es cautivadora y se mantiene a la altura de la trama, llevando al espectador a un viaje lleno de tensión y giros inesperados.
La verdadera fuerza de esta película radica en su equilibrada perspectiva moral y en su destacada destreza técnica, lo que hace que el accidente resulte realmente escalofriante.
Desarrolla su historia con personajes superficiales, diálogos que suenan ensayados, conflictos dramáticos poco creíbles y algunas posturas ideológicas sorprendentes.
Una interpretación audaz y comprometida de Andrew Garfield, junto a varios temas destacados, consigue que este musical evite caer en la categoría de producciones aburridas como 'Dear Evan Hansen'.
El tono es respetuoso y efusivo. Pondrá a prueba la paciencia de quienes no son aficionados al ballet, sin embargo, la película logra funcionar, lo que evidencia el magnetismo de su tema.
Estructuralmente idéntica a 'The Last Bus' e igual de falsa, esta road movie mal concebida se ve obstaculizada por un guion flojo y una plétora de personajes típicos.
Nos gusta cuando la película se aleja del campo de fútbol; la relación entre Mal y Vinny es especialmente tierna. Pero las secuencias de fútbol que dominan el acto final son letalmente aburridas.
Huppert es un talento genuinamente singular en el cine europeo moderno, y su capacidad para tomar un papel como este y dotarlo de quietud y complejidades ocultas es fascinante.