La película carece de la profundidad narrativa de la primera entrega de la trilogía, sin embargo, las escenas son excepcionales y cada elemento, desde el elenco hasta la música y el tono, se siente impecable.
Un western increíblemente desenfrenado, que destaca por sus escenarios vibrantes y coloridos, además de poseer una intensidad de violencia física y emocional que recuerda a una ópera.
La ejecución no anima del todo la premisa, pero aún así hay suficientes momentos divertidos y extravagantes como para que merezca la pena desenterrarla.
Roeg mantiene su habilidad para extraer actuaciones sorprendentes de cantantes que parecerían no tener experiencia actoral. Esta obra se presenta como uno de los rompecabezas temporales más complejos de su carrera.
Con Redford brindando una de sus actuaciones más destacadas en el género de la comedia y respaldado por un guion galardonado, la película resulta ser ingeniosa y encantadora.
En un momento donde obras como 'Dracula', 'Interview with the Vampire' y 'Frankenstein' intentan presentarse como melodramas románticos, 'Mary Reilly' se atreve a ser una auténtica película de terror.
Adolescentes en un bosque, consumiendo drogas y alardeando, se enfrentan a un asesino implacable que busca acabar con ellos. Es sorprendente cómo se puede arruinar una premisa tan simple.
Los primeros momentos del filme están llenos de diálogos superficiales y un argumento predecible, pero la película realmente brilla en las escenas de acción. En cuanto a tiroteos, masacres y explosiones, Woo demuestra su maestría.
Alternando entre un realismo crudo y una fantasía inquietante, esta película de los años 70 captura la esencia de su época, abordando tanto temas universales como detalles específicos que reflejan el momento en que fue creada.