Lo que distingue esta animación solo para adultos de otras es su estilo, caracterizado por momentos de intensa psicodelia y una elección de diseños y colores que se aleja de cualquier tradición. La producción combina perversión, delirio y una belleza plástica única.
Esta película es una adaptación de la novela satírica "El congreso de futurología", de Stanislav Lem. El tono de Lem es el de un cartoon disparatado e hiperbólico; el de la película es más reflexivo y dramático.
Esta película es una obra maestra de la animación, del musical y del cine político todo a la vez. (...) pocas veces el cine estadounidense se animó a decir lo que hace falta de frente, riendo y con todas las sílabas. Puntuación: ★★★★★ (sobre 5)
Gráfica y técnicamente, la película sigue siendo una joya incluso si pertenece a una época donde el uso de una computadora estaba fuera del alcance de casi todo el mundo.
Peele se enfoca en la etnia de sus personajes, lo cual se presenta como un tema superficial, ya que la verdadera amenaza proviene de un contexto externo. Esta elección diluye gran parte del impacto de la película.
Esta película, a diferencia de otras obras “con animales”, tiene un defecto enorme: la animación hiperrealista, que en lugar de crear verosimilitud, genera una distancia grande con el espectador en secuencias clave.
Lo más importante es la combinación de una comicidad basada en el diálogo veloz y punzante, y el humor basado en el puro movimiento y el vértigo, que funciona como contrapunto.
Más allá de ciertos paisajes y lugares comunes, la película se narra con pasión y energía, enfocándose en sus personajes. Verdú, como es de esperar, realiza una actuación impecable.
El conjunto es simpático, pero el hecho de que piense en un espectador demasiado niño juega en contra de las posibilidades satíricas del tema. Se ve sin enojo.
Lo que más se destaca es la belleza y el hallazgo de grandes momentos, más allá de la moraleja un poco tirada de los pelos que siempre incluyen estos films. La Naturaleza es todo el espectáculo.
Es de las mejores sitcoms existentes. Bajo su diseño engañosamente simpático, aparecen temáticas adultas tratadas con ternura y humor, y el mejor retrato de la “adolescencia eterna” de estos tiempos. Imperdible.