La misma receta que Pablo Larraín utilizó en 'Jackie' se aplica aquí a una Diana Spencer interpretada con muchos matices por Kristen Stewart, quien realmente ofrece una actuación destacada.
Si bien es un tema recurrente, merece la pena disfrutarla, ya que las actrices ofrecen interpretaciones sobresalientes y el ritmo mantiene una tensión creciente.
Es entretenida, pero se nota su "vocación internacional", una estandarización de lo narrativo y la producción que muchas veces disuelve el potencial del drama.
Como siempre, Clint aborda el tiempo que vivimos sin ceder a la corrección política ni a la demagogia. La experiencia es satisfactoria: esto es cine y eso es lo que realmente importa.
Craig Gillespie comprende que, para capturar la verdadera esencia de esta historia, es fundamental narrarla al estilo de "Buenos Muchachos". Todo reconocimiento hacia Robbie es merecido, ya que logra comunicar de manera intensa el significado de la "frustración".
El director tiene pleno derecho a afirmar que habitamos en un mundo vil y estúpido, sin embargo, el verdadero problema radica en la necesidad de exigir inteligencia. En este caso, eso no se logra.
A través de la ficción y del melodrama, con precisión y momentos a veces espectaculares, el film traza una genealogía del problema y propone, también, un camino de solución del conflicto. Pero lo que gana es la ficción.
Ahí va, don Liam, a patear traseros y encontrar asesinos, poniendo su vida en juego. Salve, oh Liam Neeson, por hacernos creer hasta el lugar común más repetido.
Lo que importa es el puro movimiento: de eso se trata a estas alturas 'John Wick', un cine completamente abstracto creado a partir de secuencias hiperkinéticas y barrocas. Es, quizás, lo que se espera del cine actual, y lo hace funcionar.
Al mismo tiempo que comenta con humor y sátira todo el cine de gran espectáculo contemporáneo, se pregunta cosas. Probablemente, la película del año, aún con sus excesos y simplificaciones.
Lo mejor de 'Shang-Chi' es que la combinación de elementos funciona y que el espectáculo, en general, conmueve la vista y logra transmitir una emoción auténtica.
Brillante en lo visual, inútil narrativamente. Esas torpezas disuelven el impacto de un mundo que podría conmover si solo alguien hubiera corregido lo escrito antes de ir a a pantalla.
Wes Craven ha fallecido, pero parece que los creadores realmente apreciaron y comprendieron las películas originales, así como su deconstrucción del género.
Existen escenas y momentos que impactan más que una película completa, al igual que las canciones independientes que lanzan muchas estrellas pop en la actualidad. 'Titane' es un desastre, pero eso no es lo más importante; lo relevante es que nos muestra que algo se ha roto de manera irreversible.