Welles presenta un nuevo personaje fascinante, que se mueve entre la sátira y la tragedia, manteniendo nuestra atención y seduciéndonos con su complejidad.
La mezcla de generosidad y confianza en la capacidad del espectador, donde la risa se convierte en un acto intelectual, convierte a esta película en una obra realmente única, un verdadero oasis en el cine actual.
Se pone cada vez mejor y más oscura, uno de los grandes méritos es que vamos entendiendo las complejidades de la política al mismo tiempo que la protagonista.
Kurosawa utiliza hábilmente diversos elementos como la música, la comedia y el suspenso, creando un cine que se siente necesario y refrescante en el panorama actual.
Correcta película de humor animada que en su mayor parte se siente como una copia de otras producciones similares. Sin embargo, cuando se manifiesta el espíritu anárquico del cartoon, logra ofrecer momentos que realmente funcionan y entretienen.
La película destaca el lado más humano y accesible de la relación entre los protagonistas, en lugar de resaltar lo grandioso o inhumano de la obra de Buonarotti. Esta elección es lo que realmente la convierte en una experiencia memorable.
Kurosawa transforma el material original en el contexto japonés, interpretando la obra a través de su propia visión. Aunque no es uno de sus films más conocidos, está entre los más destacados.
La trama incluye una exhaustiva investigación y la intensa presión mediática, todo en medio de una familia rota y un principal sospechoso en la mira. Cada episodio contribuye a la narración sin momentos de relleno.
Un film con la densidad de una novela clásica que no deja de lado ni la poesía ni el estremecimiento. Los coreanos están haciendo una parte considerable del mejor cine actual, y esta película lo demuestra.
A pesar de que hay aspectos familiares en otras obras, el guion y las actuaciones son de calidad, ofreciendo una narrativa que resulta bastante convincente. En ciertos momentos, el manejo de la cámara crea una atmósfera de paranoia que enriquece la trama.
No se detiene en ningún momento, es una mezcla intensa de suspenso, acción, aventura y romance. Sin duda, debería ser considerada una de las mejores ficciones, sin importar su origen.
Siempre interesante y lleno de suspenso, se mantiene como una de las mejores producciones de la década. Su narrativa y desarrollo son tan cautivadores que resulta adictiva.