No se destaca especialmente entre otras obras similares, pero los protagonistas, Renton y Eureka, el chico melancólico y la chica en apuros, nos guían a lo largo de la historia.
Kurosawa utiliza el humor, la crueldad y la ironía para desarrollar una narrativa que, aunque puede parecer compleja, se presenta con una claridad impresionante. Mifune brilla en su papel, demostrando las razones de su estatus icónico en el cine.
Sarcástica y humana, esta película destaca por su originalidad, que es sin duda un gran punto a favor, y se aleja del moralismo superficial que a menudo afecta a su director.
Mejora sustancial respecto de la “cosa” anterior, no deja de ser apenas una vitrina para un gran personaje que, aún y después de medio siglo, no ha hallado su gran película.
Es posible que 'Glass' sea evaluada de nuevo en el futuro, ya que tiene algunas virtudes. Sin embargo, a primera vista, genera una sensación de insatisfacción, como si el propio director hubiera optado por limitar su capacidad de emocionar.
Fuqua crea momentos de acción impactantes que convierten el drama en una emocionante experiencia para adultos, y el vehículo que nos lleva en este recorrido es el auto de Denzel.
Truffaut se revela auténtico y se deleita en su papel como cineasta, logrando una obra que captura de forma ligera pero profunda la esencia de la juventud.
La idea fundamental es crear y compartir con alegría. Este gesto de generosidad se valora en un mundo repleto de ficción que constantemente señala lo bueno y lo malo.
La película es emocionante y épica, manteniendo un ritmo constante de acción. Sin embargo, su intento por mantener la intensidad puede resultar en momentos de tensión que se sienten forzados y dificultan la conexión con los personajes.
La serie mantiene algunos momentos memorables, pero sus recursos se están volviendo repetitivos. Lo que antes causaba un gran impacto emocional ahora se siente más superficial, limitándose a ser atractivo visualmente.
Notable sátira social creada con gran dedicación hacia la ley y sus expertos. Melissa Rauch brilla en su actuación, al igual que Larroquette, ambos logran aportar profundidad a sus personajes.
Se percibe cierta prisa, sobre todo en el débil desarrollo del guion, y Rodríguez sigue ansioso por exhibir imágenes que le resulten atractivas y entretenidas.
Cada episodio presenta tensiones auténticas, pero la forma en que se resuelven algunas situaciones parece forzada, como si tuvieran que ajustarse a un esquema. La serie, con sus seis episodios de una hora, desafortunadamente debilita la fuerza de la historia.
La serie presenta diferentes perspectivas y evita ofrecer respuestas sencillas, aunque la historia concluye de manera clara y lógica, brindando satisfacción en todos los aspectos.
En cada capítulo se lleva al límite la originalidad de la trama. Los hermanos Duplass, tanto cineastas como productores, aprovechan al máximo su creatividad.