Sorprendente y única, esta película se asemeja a un collage de ideas y estilos. Se sitúa al margen de cualquier corriente cinematográfica convencional.
Lo interesante del film es cómo retrata a una generación marcada por la dependencia de la tecnología, y cómo logra crear un relato que mantiene la tensión a lo largo de toda su duración.
Todo es rítmico, preciso y sin golpes bajos, una manera directa de construir una ficción con los retazos de lo real. Una película de gran potencia expresiva.
Lo más interesante es que en medio de tanta risa y tanta torpeza, sobrevuela la incorrección política, que lleva todo a un final al mismo tiempo catártico, musical y lleno de Neil Diamond.
Hay grandísimos momentos y un tono medio, dificilísimo de lograr. Lo de Murray es, sencillamente, milagroso: un actor en el pleno dominio de todo su arte, dedicado con absoluta convicción a la comedia.
Hay una mirada muy precisa para captar los momentos que definen una historia, ese ojo del documentalista que no es fácil de entrenar. Es casi una obra maestra.
Además de mostrarnos el talento de uno de los más destacados actores contemporáneos, Lee Kang-sheng, la película destaca por su evidente pesimismo, el cual se entrelaza con su poética visual.
Todo es al mismo tiempo comedia y drama, pero se trata sobre todo de una historia de iniciación femenina contada con absoluta sensibilidad, sin golpes bajos y con momentos donde las dos actrices...
Hay momentos cómicos, pero abundan más los emotivos, la tremenda humanidad de cada personaje y la habilidad de Hughes para contarnos por qué cada uno tiene sus motivos.
De no ser por los notables actores, este drama sobre una familia con un hijo destruido moralmente por la muerte de su hermano sería apenas un especial televisivo.
Todo está poblado de golpes bajos, de música lacrimosa, de imágenes muchas veces cursis. El niño Sunny Prawar logra que uno se conmueva, pero es nada más un truco fácil. Para llorar a reglamento.
Video para guardar la versión soy mami megamillonaria. Esto nos permite quedar bien con los menos favorecidos, evitando así críticas. Es realmente desagradable.
Muy bien realizado, con un estilo clásico que va derecho al punto, aunque por momentos se excede en diálogos estereotipados. Aún así, mucho mejor que la mayoría de lo que se estrena en las salas.
Sin tener el detalle de la animación cinematográfica, mantiene el interés durante todo su transcurso, más allá de ciertas trivialidades propias de haber sido pensada, antes que nada, como un entretenimiento infantil.