Lo que no compartí fue el sentido del humor de 'The Square'. Muchas ocurrencias de la película provocaron aisladas risotadas en la función de prensa. Debe ser un asunto cultural. Quien esto escribe se mantuvo impávido durante toda la proyección.
A Portes lo salva su buen instinto para lo humorístico, su sentido del timing y su habilidad para resolver complicadas secuencias de acción, [sin embargo] no consigue que 'Pastorela' culmine con el tono de delirio buscado. Algo le falta a las acciones climáticas.
Nadie filma como Miller las persecuciones en carretera. La idea de construir una mitología diferente a la de Mad Max tiene potencial, pero la película avanza de manera abrupta y descontrolada.
No es tan impactante como The Act of Killing, ya que el caso es conocido y el cinismo de los perpetradores no nos sorprende. Sin embargo, sigue revelando un crimen de lesa humanidad, cuyos responsables permanecen impunes y en el poder.
El melodrama resulta excesivamente truculento, pareciendo más una película de arte creada intencionadamente para festivales, sin considerar un público más amplio.
Lástima del estilo primitivo de Parvu, que lo filma todo desde un solo plano de formato ancho, donde acomoda como puede a los personajes que no paran de discutir. Así, el asunto se vuelve tedioso y chato.
Arnold utiliza una cámara en mano que tiembla constantemente, junto con una música incesante de varias canciones, y esto no logra captar nuestro interés en las desventuras de su heroína.
El realizador Beto Gómez ha demostrado con su cuarto largometraje de ficción que ha pulido su estilo, otrora tosco pero desenfadado, para hacer comedias.
El sentido de la observación de Rosales sigue presente, aunque su personaje más destacado, Óscar, no regresa. Su peculiaridad, aunque un tanto extravagante, se echa de menos. La película pierde algo de fuerza sin él.
Costa-Gavras sorprende con 'Le dernier souffle', una de sus obras más destacadas. Este título se destaca por su profundo enfoque emotivo y humanista, contrastando con el habitual interés político que caracteriza su filmografía.
El tipo de animación tiene un estilo particular, aunque no destaca visualmente. Sin embargo, el verdadero reconocimiento debe ir al compositor Alexandre Desplat por su emotiva música.
Diao resalta momentos melodramáticos, pero su habilidad visual brilla constantemente. Es poco común observar en el cine chino un entorno tan sombrío que Dong Jinsong captura con gran maestría en su fotografía.
El documental se caracteriza por no imponer conclusiones, permitiendo que cada espectador forme su propio juicio. A lo largo de la narrativa, se logran obtener testimonios sinceros de las personas entrevistadas.
El trabajo de Chernov no se considera un documental artístico. Su valor radica en retratar el caos de una guerra contemporánea, logrando capturar momentos estremecedores mientras pone en juego su vida en repetidas ocasiones.
Una premisa simple que se prolonga hasta el cansancio, mostrando que Lerman y su coguionista Adrián Biniez no consiguen aportar nuevos elementos que la mantengan. Sbaraglia es quien realmente se esfuerza por mantener el interés en la historia.
La dirección de Villeneuve sostiene la tensión a lo largo del relato, mientras que la fotografía de Roger Deakins impregna los paisajes fronterizos con una atmósfera amenazante. Sin embargo, la temática se presenta de manera simple, reflejando una perspectiva externa que no logra profundizar en sus raíces y procesos.