Es una combinación de elementos; en ciertas partes resulta convincente y cuenta con buena documentación, sin embargo, en otros aspectos no logra cumplir con las expectativas.
Danishka Esterhazy ofrece una propuesta interesante en el género, resultando en una película que proporciona un entretenimiento aceptable. Sin embargo, el resultado podría haber sido más impactante con un humor más incisivo y menos diálogos ingeniosos.
Una excepcional historia de un solo hombre para Tom Hardy, un estudio ejecutado de manera ingeniosa sobre la cinematografía minimalista que tiene profundidad, belleza y equilibrio.
Quizás sea su obra más accesible, pero también se puede argumentar que es la más desordenada y menos gratificante en términos intelectuales. Parece que Jarecki combinó dos películas distintas y las procesó digitalmente.
Sus cambios de registro disonantes evocan a otras road movies con elementos sobrenaturales, sin embargo, la dirección de Robinson y Young carece de la misma confianza y las actuaciones no logran transmitir la espontaneidad esperada.
Los sustos estruendosos y la falta de sorpresas convierten a la película en un tanto monótona. Sin embargo, ofrece instantes que evocan narrativas distópicas con un enfoque más serio.
A pesar de que varios giros no logran sorprender del todo, son satisfactorios y el elenco secundario destaca. Con imágenes impresionantes, esta entrega se posiciona sin duda alguna como la mejor de la franquicia.
El apego excesivo al formato de la película original 'Blair Witch' hace que esta secuela sea más un repetitivo regreso que una reinvención interesante.
El diluvio de detalles resulta cada vez más envolvente. Edward Bazalgette gestiona la narración de manera eficiente. Si aprecias esa minuciosidad, seguramente lo disfrutarás.
Esta secuela, cargada de un humor excesivamente meta, resulta ser tan deficiente como su predecesora. Hay ejemplos mucho más logrados de este estilo de comedia en plataformas como YouTube.