El guion presenta elementos poco profundos y un enfoque inquietante hacia la violencia de género. Sin embargo, es importante destacar que el vestuario, el diseño de los espacios y la estética de la dirección son excepcionales.
La nueva película de Agnieszka Holland es un ejemplo notable de cómo el cine puede evocar empatía. El sufrimiento retratado en la historia se siente intensamente, logrando conectar profundamente con la audiencia.
Reflexiva y conmovedora. Empieza de manera pausada, pero con el tiempo consigue atraerte cada vez más. Se ha cuidado con gran detalle la calidad del sonido.
El director y su equipo utilizan en ocasiones excesivamente la cámara en mano, así como la iluminación estroboscópica y el montaje para crear un efecto emocionante. Sin embargo, el guion es bastante sólido y aprovecha adecuadamente la dinámica de un espacio reducido.
Una obra introspectiva y auténtica que aborda un tema significativo. Aunque es una de las películas más directas del director, tal vez no sea la más cautivadora.
Un retrato escandinavo de una familia burguesa culta que enfrenta un profundo trauma con estoicismo, humor y una buena cantidad de alcohol, frecuentemente en espacios decorados con elegancia.
Un biopic peculiar, complejo, creativo y multifacético, que desafía las normas convencionales del género. Su enfoque imaginativo y, posiblemente intencionadamente, irritante, provoca una experiencia única para el espectador.
No resulta claro por qué este musical requiere un renacimiento. Sin embargo, los aficionados a la cultura kawaii, el camp y el pop japonés, que se entrelazan en esta obra, seguramente encontrarán satisfacción.
Un romance adolescente sin elementos sexuales para la generación 'Twilight'. Las jóvenes y vibrantes estrellas, junto a Vanessa Redgrave, ofrecen sus mejores actuaciones en esta insípida historia de amor situada en Irlanda.
Desde una perspectiva ética, 'The Killer' puede resultar extravagante, lo que podría desconcertar a algunos. Sin embargo, hay quienes disfrutarán del personaje principal y de la personalidad traviesa de la película.
Un poderoso retrato de la desobediencia civil en Bil'in, Palestina, que abarca desde 2005 hasta la actualidad. Sin embargo, el montaje del documental tiende a ser excesivamente sentimental y busca manipular al espectador.
A pesar de abordar temas como conspiraciones, genocidio y la opresión imperialista, este original documental se presenta de manera amena y con un toque de humor.