Producción estadounidense completamente prescindible que probablemente se convierta en la peor película de Guy Ritchie. La narración es confusa y apresurada, careciendo de sustancia, lo que la lleva a perderse en el vacío.
La cumbre escarlata hace uso de efectos especiales que, sin duda, realzan una narrativa intrigante y enigmática, colmada de misterio. Es un excelente ejemplo de cómo el cine puede aprovechar su propio contenido.
'Proyecto Florida' es una película única, distante de los clichés hollywoodenses en su tratamiento del tema, y cuenta con la destacada actuación de una niña muy talentosa.
Se mueve hacia el tono de la fábula, casi una metáfora fantástica, pero va cargada con una serie de mensajes, reflexiones y cuestionamientos que la convierten en una oferta que hay que ver por su exploración de lo diferente, alejado del establishment y lo socialmente aceptado.
Sin ser una gran película, "Mi abuela" logra cumplir con su propósito de narrar la historia de tres generaciones de mujeres. Es una propuesta que no solo invita a la reflexión, sino que también entretiene.
Una comedia romántica excepcional. Miller incorpora elementos novedosos que dan vida a un inusual triángulo amoroso de forma inteligente, plausible y bien organizado.
La gran virtud de Bill Murray es su habilidad para aparecer en pantalla como un hombre común. St. Vincent es un magnífico vehículo que le permite brillar haciendo lo que mejor sabe hacer.
La película no logra conectar con el espectador y su desenlace resulta ser ambiguo. Sin embargo, lo más destacado es la actuación de John Lithgow y Alfred Molina.
Nos quedamos con la sensación de una película inconclusa en la que, además, Noah Baumbach no pudo resistir la tentación de introducir un desenlace que raya en lo complaciente y cae en el cliché.
Lo mejor de la película son sus dos protagonistas, Julia Louis-Dreyfus y particularmente James Gandolfini, en personajes que les quedan como anillo al dedo, y contando una historia de amor “otoñal” -lejos de cualquier cursilería-.
Whedon se aleja de su estilo habitual en este tipo de grandes proyectos para presentar 'Mucho ruido y pocas nueces' en el siglo XXI. Se trata de una adaptación moderna, inteligente y amena.