'Room' es de las películas más conmovedoras y humanas que he visto en los últimos años. Una mamá y su hijo que nos estrujan el corazón. Con razón se perfila a los premios.
Gran exponente del buen cine rumano de los últimos años, presenta un estilo minimalista y una puesta en escena austera. No es complaciente y ofrece un relato donde predominan el realismo y la crudeza.
Thomas Lilti aborda la problemática de los hospitales públicos, evidenciando situaciones que afectan a todos y dejando entrever una crítica clara hacia el sistema.
La brillante adaptación a la televisión de esa época, con su ingenioso y mordaz humor británico, fue realizada por Andrew Davies. En muchos aspectos, esta versión supera a la estadounidense.
Un trabajo muy atrayente, incluso si no estamos en el mundo de la moda ni gastamos en modelos exclusivos. Es precisamente eso lo que lo hace cautivador; nos invita a descubrir lo que sucede detrás del telón antes de un desfile.
Ni con la colaboración de seis guionistas en el guion de su última película, el cineasta chino Zhang Yimou pudo lograr una obra que se acerque a la calidad de sus producciones anteriores. Es un total desencanto.
No es una obra extraordinaria, pero está bien narrada y Damien Chazelle demuestra un gran talento en la dirección. Posee su propio encanto y retrata de manera astuta a la generación a la que se dirige.
La película se adentra en el suspenso y el thriller psicológico, diferenciándose de obras como 'Celda 211' y 'El mal ajeno'. A pesar de no alcanzar esos niveles, logra mantener al público en vilo con una trama compleja donde lo que parece evidente es engañoso.
No ha envejecido y lejos de eso se deja ver otra vez y mantiene su profundidad, es fiel reflejo de una época e incluso resulta atractiva para espectadores jóvenes.
El relato se desarrolla adecuadamente, aunque resulta predecible. A medida que avanzamos con el anticuario, nos vemos inmersos en una serie de interrogantes que se explican de manera innecesaria al final. No es la obra más destacada de Giuseppe Tornatore.
La escenografía es simple y casi repetitiva, con tomas extendidas y tranquilas. Este enfoque cinematográfico acentúa la atmósfera sofocante y pesada de la historia. Además, los personajes están excelentemente desarrollados y bien representados.
Villeneuve dirige un espléndido cuadro de actores en el que brillan con luz propia. Villeneuve no establece bandos a un lado y otro de la frontera. Más bien se detiene sutilmente en las víctimas colaterales.
El guión de Perera presenta lagunas que dificultan la creación y el mantenimiento del suspenso. Aunque Jessica Chastain brilla con una de sus actuaciones más destacadas, la película en sí no alcanza el mismo nivel de excelencia.