Los seguidores de Chan-Wook Park teníamos grandes expectativas por su incursión en el cine de Hollywood. Sin embargo, en lo personal, me he sentido decepcionado. Pocas son las ocasiones en que se siente realmente su estilo distintivo en esta película.
La dirección de Ritesh Batra presenta algunas dificultades, ya que no logra infundir la emoción necesaria en la historia, a pesar de las actuaciones de los actores.
El relato destaca de forma regular en el género del thriller. Además, incluye una crítica que se siente bastante superficial. En general, es un entretenimiento que no logra mucho más.
Es una obra bastante convencional y carece de creatividad. A pesar de que se centra en una figura atractiva y relevante, no logra dejar una huella significativa en términos de contenido, arte y cinematografía.
Haggis intenta replicar la fórmula de 'Crash', pero no logra los mismos resultados. La propuesta es interesante, pero no se traduce bien en la pantalla.
Con una dirección de fotografía impresionante y la banda sonora de Philip Glass, 'Leviatán' es una obra que merece ser vista y analizada, a pesar de que su ritmo pueda parecer lento.
Es una película de ciencia ficción que empieza de manera lenta, pero logra mejorar con el tiempo. El guión presenta una fuerte carga ideológica, bastante influenciada por la cultura estadounidense.
Una película austera y simple. Yoav, interpretado por Avi Shnaidman, es el corazón de la narración, ofreciendo una actuación realmente conmovedora y convincente, mostrando gran confianza en su papel.
'Ocho apellidos vascos' es una película que no reinventa la rueda y se mantiene en un enfoque tradicional. Aunque tiene sus defectos, logra entretener y, por suerte, provoca risas en el público.
El desarrollo de la historia es predecible, pero sigue siendo entretenido. Verbaan y Van Koningsbruggen forman una gran pareja romántica, lo que la convierte en una opción destacada frente a otras.
Funciona bien como entretenimiento, ya que Mel Gibson es muy creíble como el padre desesperado. Tiene buenos momentos de acción, pero también profundiza en la historia de un hombre que cayó muy bajo. Vale la pena por Mel Gibson.
La idea inicial es interesante, pero el desarrollo del guión es deficiente y resulta previsible. La tensión se pierde rápidamente. Es una opción pasable para entretenerse un sábado por la tarde en casa.
Una película que invita a la reflexión sobre nuestras responsabilidades y culpas. Su narrativa y la exploración de la trágica protagonista van más allá de lo cinematográfico, obligándonos a confrontar nuestra propia realidad con frialdad y crudeza.