Se trata de una experiencia fuera de norma, en la que la directora de Los rubios pone nuevamente en crisis las fronteras entre documental y ficción para dar cuenta de un personaje tan extraordinario e inasible como la película misma.
Luce como un documental sobre la histeria neoyorquina actual, algo que ni siquiera Woody Allen podría lograr. Es un documento intergeneracional, donde cada grupo etario se refleja en el espejo de sus propias crisis.
Nueva sátira social, con dosis aún mayores de cinismo y misantropía que las de su film previo. Östlund privilegia la irrisión y un humor que en su nuevo film se vuelve escatológico.
Queda clara la intención de entroncarse en un modelo narrativo que fue exitoso y aspira a volver a serlo, esa construcción no deja de ser a su vez un déjà vu, una nueva vuelta atrás para el cine argentino de alto presupuesto.
Es notable la manera en que Puiu, al igual que en 'La noche del señor Lazarescu', logra primero sortear y luego trascender los peligros del costumbrismo, alcanzando así un estado de intensa melancolía.
El director de 'Secretos y mentiras', un observador constante de la clase media británica, explora nuevamente dos de sus temas más recurrentes: la familia y las huellas que deja el inexorable paso del tiempo, no solo en el cuerpo, sino también en el alma.
En 'Yannick', Dupieux ha abandonado los chistes absurdos para desarrollar una idea que da lugar a una dramaturgia coherente y bien elaborada, lo cual se alinea perfectamente con el núcleo de su nueva película.
Para un director especializado en el uso de espacios cerrados y escenarios singulares, que busca intensificar las tensiones y conflictos entre los personajes, esta adaptación del exitoso teatro de Reza parece carecer de energía y se siente sobreactuada.
Como en toda su obra previa, Panh vuelve obsesivamente, una vez más, sobre ese período tremendo, la dictadura de Pol Pot, pero esta vez a la manera de un pequeño poema visual, tan simple como conmovedor.
Su película más controvertida. Dumont lo hace de un modo tan original como irreverente y a la vez genuino: como un musical. El resultado es a la vez sorprendente, gracioso y por momentos también conmovedor.