Una Kristen Stewart inspirada, certera y muy metida tanto en el papel como en sí misma. El problema es el camino errático de un relato que se agota rápidamente en la cara de desesperación de la víctima. (...) Emotiva y nada más.
El director aborda la historia y la comedia de manera superficial, ignorando su propio legado. Todo resulta predecible y fácil de anticipar. Sin embargo, lo importante es que, a pesar de ello, cumple su función.
Los directores bucean en la parte no contada y menos televisiva del narcotráfico. Entre el sueño, la fábula y la más cruda de las realidades, el resultado es una película admirable y, de nuevo, muy dolorosa.
La delirante y genial obesidad de nuestra estupidez; la idea no es sólo contar la vida de Cheney, sino narrar la nuestra a través de cada una de sus mentiras y ambiciones.
Por momentos, la pantalla se convierte en un espectáculo tenso. Sin embargo, una vez que se ha cumplido el arriesgado planteamiento, la película se encierra en una monótona repetición de gestos protocolarios y miradas al infinito.
Un biopic tan ajustado a la norma como vocacionalmente enfermo. Crece cuando muestra la infección y languidece en la ritual procesión de gestos comunes que exige el género.
Es cine sobre la necesidad de lo otro, de lo extraño, de todo aquello que, desde la sombra, construye y desarma la propia realidad. La cinta navega, de forma literal, sobre la retina del espectador como un animal alucinado.
Una película detenida en su propia perplejidad sin acertar a profundizar más allá que en la piel de lo evidente. Todo es tan correcto que acaba muy cerca de la desesperación.
Hardy se las arregla para dotar de vida a cada personalidad sin caer en lo esquemático. Los problemas vienen por otro lado. Brian Helgeland apenas alcanza a dotar de rigor narrativo a una historia detenida en un conflicto que no avanza.
Un 'biopic' poco convencional que se siente desenfocado y muestra un estilo sumamente minimalista. Eddie Redmayne es realmente impresionante, no se limita a imitar, sino que experimenta una metamorfosis notable.
Pocas películas son tan justas como 'Love & Mercy', tan desesperadas como cabal. Es una propuesta brillante e intensa que se esfuerza por alejarse del biopic convencional.
La historia presentada de manera visceral. Una película indiscutible, sin lugar a dudas magnífica. Puede resultar algo impersonal al esforzarse por mantener cierta distancia con las convenciones del género.
Un recital de lugares comunes. Firth, algo más que genial, se encarga de soportar en sus carnes todo el trabajo. Donde debería imponerse la intensidad, reina la afectación; donde la poesía, el ripio.