Es una película desigual en su construcción y hasta algo inane en su beligerancia hacia el enemigo contra el que se revuelve. Digamos que es cine para convencidos.
Loving es básicamente un ejercicio de sutileza. Cada fotograma duele, pero sin ofender. El resultado es una pieza clásica, conmovedora, extremadamente pudorosa y deslumbrante.
'Eva no duerme' hiere con su visión rota del mito de Evita. Se trata de incomodar, de herir, de llegar, aunque sea por un instante, a lo más profundo de la desesperación de un tiempo desesperado. Y, en algunos momentos, sin duda, lo logra.
El más pomposo, ridículo y chirriante homenaje a la inanidad visto en años. (...) Kidman hace lo que puede delante de una cámara que, directamente, la acosa.
Un ejercicio más cerca de la rutina que de la emoción, que apenas permite que la historia respire entre personajes excesivamente esquemáticos. Todo es correcto, pero eso no es suficiente.
Las buenas ideas del director se pierden entre la confusión y el simple delirio. La película termina por resultar redundante, imprecisa, barroca y demente. Más sencillo: no funciona, no emociona, no engancha.
Uno de los más brillantes debuts cinematográficos del año. Galter se presenta en su primera película como un cineasta experimentado, logrando que en cada fotograma se respire el desaliento de un hombre condenado.
La fotografía deslumbrante sirve para sanar. Y es aquí donde 'Belfast' se hace grande, transformándose en la más bella y desinhibida mentira, en puro deseo, en una memoria viva.
Una gloriosa Anya Taylor-Joy. Un thriller psicológico irresistible que rinde homenaje al giallo de Dario Argento, a Brian de Palma y a los zombis de Romero. Es un cine que realmente impresiona.