Exaltaciones de la amistad viril, sueños patriarcales cumplidos y otras debilidades del guión echan por tierra las intenciones de partida de una película demasiado contemporizadora, desequilibrada y superficial como para ser tenida en cuenta.
Comedia bienintencionada, repleta de intentos de humanización que carecen de genuinidad. Las historias de amor resultan ser inverosímiles y no logran conectar con el público de manera efectiva.
Trabajo impersonal, basado en un convencional guión sobre gente común, con inquietudes ampliamente compartibles por el público. Se puede ver, no ofende, pero, me temo, tampoco despertará fervores incontrolables.
Grandinetti (casi imposible encontrar hoy en el cine latinoamericano una voz como la suya) salva del naufragio; cuando entra en escena comienza otra película más interesante.
Guión ágil, bien estructurado y con diálogos eficientes. La narrativa mantiene un pulso sereno y hace un uso efectivo de la elipsis, además de manejar múltiples focos de interés. Sin embargo, le falta un poco de simplicidad.
Está en el territorio preferido de Alex de la Iglesia: ritmo imparable y personajes atrapados. Es el film con más voluntad de discurso de sus últimos trabajos y el mejor desde 'Balada triste de trompeta'.
Es una película extraña y personal, pero también un notable ejercicio de narración libre. La recomendaría a quienes disfrutan del cine no convencional y de las historias que reflejan la vida misma.
Un filme con un desarrollo intrigante; sin embargo, lo más reprochable es el excesivo favoritismo que se muestra por sus dos protagonistas, a quienes se les concede más mérito del que realmente merecen.
Todo parece tremendo en esta muy sorprendente ópera prima. Excelentemente intrepretada por Heredia, tiene como mérito mayor lograr un delicado equilibrio entre chanza y respeto.
Un retrato detallado y realista del sector más marginal del crimen en Nueva York. Aunque parece que el universo creado por Lehane y el director a veces diverge, esto no es más que un pequeño detalle que no resta mérito a la obra.
Una trama extensa que abunda en violencia y busca justificar la venganza, destinada a un público joven. Es una obra que resulta tan predecible como un cómic de poca calidad.
Herrero se desplaza con agilidad debido a una historia impactante que, en ocasiones, roza las emociones más profundas, logrando resaltar lo esencial: una clara y universal perspectiva de la vida como un arte del encuentro.