Una versión superficial del impresionismo de Sofia Coppola, con algunos rasgos de Wong Kar-Wai y abundante iconografía indie, su esencia es similar a la de la saga 'Crepúsculo'. Es una sentimental celebración del drama romántico dirigido a los adolescentes.
Una de las obras más ambiciosas del cineasta. El mayor problema es que, en su anhelo por acreditar el sufrimiento de sus personajes, acaba atrapando al espectador en un fuego cruzado de sobresaltos siniestros.
Propone al espectador un viaje absolutamente impredecible. En ocasiones, se impone la ley de la elipsis más brutal y maravillosa. Otra veces, florece el surrealismo. Magistral.
Entre Samuel Beckett y Luis Buñuel, 'Chevalier' lleva a buen puerto su satírica elegía por un sistema socioeconómico que agoniza a manos de una tropa de inseguros narcisistas.
Una obra 100% Jarmusch. Jarmusch logra trascender la noción del pastiche posmoderno a través de la dimensión política que presenta, haciendo de la coherencia estética e ideológica sus armas más contundentes.
Huppert desmantela, con su humor gestual y tipológico, los complejos equilibrios multiculturales y la inclinación hacia el autoritarismo del estado francés. Es otro obsequio de ‘mamá Huppert’.
El film presenta varios elementos interesantes. Sin embargo, peca de un paternalismo al abordar el lado marginal, lleno de inmigrantes, del sueño americano.
Zigzagueante y luminosa. Hay pasajes que vibran al son del clásico romanticismo alleniano, pero la trama criminal no logra funcionar del todo, quedándose en el límite entre el homenaje al cine noir y su parodia.
El compendio de emociones que experimentan los personajes enriquece el conjunto. 'The Favourite' se destaca como una absorbente y sutil exploración de la búsqueda del amor.
La primera mitad de ‘Birdman’ es lo mejor que ha filmado nunca el director de ‘Amores perros’. Es un festival de pirotecnia actoral y un espectáculo pugilístico.
'Calabria' atrapa al espectador con su enfoque realista y su conexión con lo mítico. Su tercer acto es particularmente cautivador, dejando una fuerte impresión que resuena mucho después de haber terminado la película.
Portman y Moore se entregan en cuerpo y alma al juego del gato y el ratón. Haynes demuestra su buen ojo para diseccionar el caos identitario que anida en las entrañas de la psique yanki.
‘Tár’ se sumerge en un intrigante conflicto de intereses. A lo largo de sus 158 minutos, esta película presenta una historia que aborda de manera profunda algunos de los debates más relevantes de la actualidad.
Corbet confía en que su imaginario visual conecte fuertemente la película con el público, aunque para este crítico no fue suficiente. Este atrevimiento refleja el arrojo y la ambición de un autor que merece ser seguido de cerca.
Allen despliega una narrativa coral que, gracias a sus giros surrealistas, termina pareciendo un cóctel de sus Cuentos y recompensa a su público con una idea brillante.