Con excelentes actuaciones y un final que no logra cumplir completamente con la expectativa generada por el resto de la película, es un claro ejemplo de cómo un género puede adaptarse para arrojar luz sobre una situación actual.
La idea de la eternidad como algo angustioso en su inmensidad no se atenúa con chispazos de humor y, al contrario, se potencia por la aproximación contemplativa y poética.
La animación de Pixar es, como siempre, excepcional. Logra capturar a la perfección la esencia de Nueva York, reflejando sus dinámicas, multitudes y la vida diaria con gran maestría.
Alternando entre lo caótico, la angustia y una tranquilidad lírica, el drama transmite el viaje existencial de este personaje –exadicto a la heroína, baterista, rabioso y desconcertado– con un uso magistral del sonido.
Los paisajes nevados que enmarcan la historia y la compleja relación entre padre e hija dotan a la película de una profunda melancolía, incluso en los momentos de tensión que resaltan lo que, a pesar de todo, este apocalipsis tiene de luminoso.
Película que combina elementos de luminosidad y dramatismo, Baker demuestra una gran habilidad al mostrar distintos aspectos de la vida, logrando así un retrato conmovedor sobre cómo transcurre la infancia entre el peligro y la esperanza.
Aunque la figura central aquí podría fácilmente caer en la caricatura, el director Geremy Jasper, en su primer gran trabajo, la presenta con calidez y empatía, poniendo de relieve el papel de la música como una vía para liberarse de las opresiones tanto internas como externas.
Como en 'Pienso en el final', en esta película independiente se entrecruzan pasado, presente y futuro de una historia, aunque sin tantos juegos formales o complejidades temáticas.
Situada en Nueva York y con un elenco excepcional, esta película es un retrato ligero y cálido de un tipo que intenta sobrevivir presentando gente entre sí y sacando una tajada.
Retrato de una relación sadomasoquista entre un profesor y un aspirante a baterista donde la música se presenta como una labor masculina, carente de espacio para el disfrute.
El verdadero problema de 'Cake' es que no termina de creer en la oscuridad de su premisa. Es como si confiara en que, a pesar de las cicatrices y berrinches, el público vería a Bennett como la Rachel de antaño.