Al verla, se siente como regresar a una reunión familiar o ponerse unos zapatos cómodos y bien amoldados. Nunca pierde el rumbo y eso contribuye a la atmósfera esperanzadora de esta saga de ciencia ficción.
Tiene algo admirable, ya que podría haberse limitado a permanecer en el entretenido ámbito tarantinesco de los ejercicios de género, repleto de insultos y tiroteos. Sin embargo, se atreve a adentrarse en un terreno emocionalmente incierto.
Historia dura y medida. Es una película coral, comunitaria, donde se entrelazan hábilmente muchas voces para mostrar que un grupo de personas puede lograr mucho más que los individuos aislados.
Es una película que explora dislocaciones y añoranzas, abordando con sensibilidad las preguntas sobre lo superficial y lo auténtico, temas cruciales para la identidad juvenil.
Al negarse a considerar el choque ideológico entre las partes en conflicto, el filme ofrece una representación muy limitada de estos guerreros ficticios.