No es otra película española sobre la Guerra Civil, o al menos no es la que muchos esperarían. Su enfoque es único, presentando una narrativa completamente fuera de lo convencional.
'Gangster Squad' brilla cuando se entrega al exceso y los clichés del género. A pesar de algunos aciertos menores, hay un fallido destacable, especialmente con Sean Penn, quien parece haber escapado de una de las pandillas de mafiosos de 'Dick Tracy'.
Elipsis que parecen saltos al vacío, secuencias confusas y una narrativa que brilla por su ausencia. No hay señales que sugieran que esta película pertenece al director que la ha realizado.
Queda la humanidad de Iglesias, suficiente para disculpar algunos excesos y carencias de una película que por huir de la repetición esquiva aciertos previos. Con el cambio de divisa gana la comedia, pierde la emoción.
Entre 'Lawrence de Australia' y 'Camellos en la arena', se exploran temas de sacrificio y valentía en medio de la adversidad. La película ofrece una narrativa convincente, complementada por actuaciones destacadas que logran transmitir la esencia del conflicto. A pesar de algunos momentos predecibles, las escenas de acción y el desarrollo de los per
Sin grandes batallas épicas, en lugar de ciudades ahora se arrasa una sala de estar como mucho. En este caso menos no es solo más: es la única opción para no enviar la franquicia al desguace.
No te arruinarán un mito, pero sí te llevarás un susto que no debería haber dado miedo. Carpenter no debería preocuparse cuando reciba su cheque; ni han dañado su legado ni lo han mejorado.
Fría, seca y opresiva, la película logra comunicar mucho con muy poco. La actuación es sobresaliente y la historia está llena de matices que enriquecen la narrativa.
Lo que muestra Dhont de forma portentosa, con una sensibilidad e intimidad extraordinarias, es el gran conflicto de alguien que trabaja con su reflejo pero no soporta mirarlo. Es una excelente película.
Adam McKay se desplaza como un ebrio por el pasillo que Scorsese abrió con 'El lobo de Wall Street'. Para garantizar que el espectador comprenda todo, utiliza un humor que provoca risas incómodas.
Aunque exige un esfuerzo emocional por parte del espectador, éste se ve recompensado cuando se revela un elaborado discurso audiovisual acerca del lenguaje.