Emmerich vuelve a la carga en su afán por mostrar al mundo destruido a través de impresionantes efectos especiales, pero en esta ocasión, todo parece demasiado premeditado.
Un pequeño y tedioso manual sobre la ausencia de gravedad en el espacio: aquí nada tiene peso y la tensión directamente no existe. Todo flota en el espacio envuelto en pensamientos que quieren ser importantes y resultan pueriles.
La nueva Sirenita no logra estar a la altura de la inolvidable película original. No consigue desarrollar adecuadamente a los personajes más relevantes y se enfoca demasiado en detalles que resultan irrelevantes.
Una serie que, afortunadamente, se va desvelando gradualmente. No es solo un viaje hacia el éxito, sino la lucha intensa por mantenerlo. Desde una perspectiva que supera con creces a cualquier otro documental deportivo.
El recorrido por estas tres décadas y media decisivas en la historia de Occidente dominadas por la figura de Napoleón tiene unos cuantos agujeros y habrá que esperar a la prometida versión integral de cuatro horas que Scott llevará al streaming.
Una serie documental de formato convencional, que presenta algunas imprecisiones en su cronología y utiliza un único recurso visual para mostrar los lugares seleccionados en la búsqueda de testimonios: tomas aéreas capturadas con drones.
En menos de dos horas, Requa y Ficarra abordan múltiples géneros y logran una fecunda mezcla que fusiona todos los elementos en una entrañable historia de amor.
Jordan narra con precisión, prestando atención a las emociones en los momentos más íntimos y a la energía de las peleas, que están bien expuestas y montadas. Sin embargo, 'Creed III' carece de una explicación sobre la ausencia total de Stallone.
La película presenta bienvenidos elementos de autor del talentoso Sam Raimi, aunque también se siente cierta desorganización y falta de emoción, resultado de su intento de explorar infinitas versiones de todos sus personajes.