Un guion perfecto. Divertida, fresca, irónica, repleta de energía y profunda en su exploración del alma, 'Rivales' es una obra maestra que eleva el trabajo autoral al nivel de una película de estudio.
Un peliculón, Ruiz de Azúa logra construir la emoción de forma casi imperceptible y sin pretensiones, basándose en la verdad que surge de su propia experiencia. Refleja la vida misma.
Es un experimento extraño e irreverente. Lejos de la perfección, 'Cool World' merece ser reivindicada como una pieza única, fascinante y peculiar. Ojalá veamos más fracasos como este.
Dispone de los elementos perfectos para ser un éxito en plataformas. Su trama es llena de acción y cuenta con un presupuesto considerable. No obstante, presenta fallos, entre ellos, la falta de originalidad.
La postura de Solanas es evidente y no oculta su opinión, aunque muestra un sesgo al seleccionar los testimonios. El mensaje reivindicativo pierde fuerza debido a una realización demasiado convencional.
El principal problema radica en la constante trampa de la propuesta. Además, el funcionamiento del artefacto narrativo presenta falencias. Sin embargo, la película destaca en su aberración, donde logra ofrecer momentos interesantes.
Uno de los grandes aciertos de la película es la apuesta por un montaje no lineal. La narrativa se vuelve más intrigante a medida que avanza, mostrando así un enfoque más sorogoyonesco. Sin duda, se perfila como una de las películas más destacadas del año.
Es tremendamente divertida, arranca y no se detiene. La desnudez de la propuesta es el mejor valor de una película con una ambición popular y palomitera.
¡Basta ya de este sindiós absurdo! No se vislumbra una mínima pretensión de ofrecer una película interesante o entretenida o mínimamente coherente. No hay un ínfimo esfuerzo creativo.
Los zombis del tren de Busan que te aterrorizaron ahora se sienten patéticos. Se presenta una película agotadora, que carece de profundidad y resulta muy tediosa.
Fascinante documental que la directora logra presentar con un tono tan variado como la vida misma, tratado con una delicadeza que mantiene intacto el vínculo emocional con los protagonistas.
Juega con la ambigüedad de las imágenes y los sonidos, desconcertando con toques fantásticos que se distancian de la tesis y no logran integrarse adecuadamente con el resto de la narrativa.
Es entretenida, aunque el guion resulta predecible. Presenta numerosos giros, pero carece de sorpresas. Además, utiliza elementos que ya hemos visto antes y desaprovecha el potencial cómico de un enfrentamiento entre galanes mayores.
Un filme crepuscular que lleva el estilo del último Allen hasta el paroxismo, adoleciendo de un temperamento plúmbeo que no se encontraba en cintas como 'Midnight in Paris'. Es una película lánguida.
Desconcierta y, en ocasiones, los gags no logran su objetivo. Sin embargo, en su diversidad tonal se revela una frescura vibrante, ruidosa y colorida. La falta de matices afecta a una película que es original y arriesgada.