La película profundiza en los aspectos de la realización cinematográfica, la creación de imágenes y la psicología, ofreciendo una perspectiva personal que seguramente atraerá más a los seguidores de Stallone.
Pese a su intento de enfocar la atención del público en la vida y obra de la actriz, la película resulta ser tan ansiosa y evasiva como un testigo en una investigación criminal.
Las historias sobre el sufrimiento de Williams son reveladoras y perturbadoras, presentando una película compasiva que ofrece una visión profunda de la condición del actor a una audiencia diversa.
Una película refrescante y sin prejuicios. Dice 'así fue' y lo deja así. Zuzanna Surowy nunca había interpretado antes, pero parece que tuviese años de experiencia.
No dice nada nuevo sobre su sujeto. Estéticamente, 'The Searcher' es irregular. Sobresale cuando analiza la evolución de la música y la imagen de Elvis.
Presta atención a las cuestiones de discriminación racial, religiosas y de género sin desviarse de su objetivo principal: ofrecernos una película entretenida sobre un par de tipos que están muy locos.
En definitiva, esta película de 40 minutos es valiosa principalmente por las observaciones que ofrece sobre los aspectos específicos de actuar en la gran pantalla.
Excepto por el trabajo divertido y terrenal de Judah Friendlander como paparazzi, la mayoría de las interpretaciones son vagas y aburridas, incluyendo el papel secundario de Lohan.
Las películas siguen una estructura predecible, pero su fórmula resulta atractiva, como una receta familiar de un plato que, aunque no recibirá estrellas Michelin, siempre será de tu agrado.
Una brillante obra de ciencia ficción, más que una historia tradicional, es una experiencia, con mucho que decir sobre los roles de género, el sexismo y el poder de la lujuria.
Más desagradable que terrorífica, 'The Ruins' es la última de una larga lista de filmes del género sobre viajeros de clase media-alta aterrorizados en un ambiente poco familiar.
[Crítica 2ª temporada]: El aspecto más distintivo de la serie es su representación implacable y corrosiva de los plutócratas que dominan la economía global
El retrato de un trabajo potencialmente letal podría estar más conseguido. Stacy McKee y los productores ejecutivos, Rhimes y Betsy Beers, saben con claridad lo que desean que sea la serie.
Es tan original, ideológica y aterradora en sus representaciones e implicaciones, que a veces parece que apalea intelectualmente a la audiencia, para que despierten de su estupor.
La excelente fotografía emplea un encuadre épico y compacto que resalta la modestia de las vidas de los personajes. Nos invita a observarlos en su existencia cotidiana.
Un ejercicio de pavor progresivo. La película logra su primer susto tipo "¡Oh, Dios mío!" bastante pronto, y a partir de allí aumenta su tensión de manera constante.
Es tan entusiasta e intrigante como el propio Wonka, interpretado con elegancia por Chalamet, que en momentos de serena contemplación y loca inspiración podría ser el nieto perdido de Gene Wilder.