Invocar la atmósfera de los conciertos de unos de los mejores actos en vivo en la historia del rock, así como la presencia escénica de su vocalista es suficiente mérito para darle pulgares arriba.
De todos sus aciertos, el más valioso no tiene nada que ver con su enorme belleza audiovisual. Es, de hecho, el menos celebrado: la capacidad de un realizador de corregir ese eterno punto ciego con el que el cine mexicano ha abordado las clases sociales.
Verídica, cínica y endemoniadamente sexy. La genialidad de 'El Ángel' radica en que esquiva la apología, convirtiendo su impresionante estilo en una extensión de la psique del protagonista, en lugar de celebrar su existencia.
El director logró encontrar una anécdota que provoca, entretiene y invita a la reflexión, lo que se traduce en captar la atención de una audiencia más amplia.
Del elenco, Regina King, como la madre de la novia del encarcelado, es quien mejor encarna en cada escena el mensaje de amor incondicional de la película.
Phillips se atreve a sacar al fan de su zona de confort, privándolo de lo que pagó por ver: la historia no se basa en ningún cómic. 'Guasón' es sobresaliente en función a lo que propone dentro del género al que pertenece.
Pertinente y lograda como comedia, 'Polvo' tiene la característica indispensable de una ópera prima: producirnos la curiosidad de saber qué es lo siguiente que hará su director.
'Leto' presenta una revolución silenciosa de fondo, con la música como un refugio. Este mismo escape se extiende al espectador. En un panorama cinematográfico saturado de repetición, descubrir una película como esta resulta ser un verdadero respiro.
No es apresurado decir que la técnica gobierna el cine de Alonso Ruizpalacios. El director está en constante rotación de ideas visuales para narrar. Lo cierto es que la originalidad es una de las mayores virtudes de su director.
Algo trágico sucede desde el minuto uno. No en la trama; en la visión del director. Lo que gana en ejecución lo pierde en credibilidad debido a una decisión artística enormemente frustrante: la película, española hasta las entrañas, está hablada en inglés.
La clase de cine mexicano que combina seriedad con un enfoque comercial es lo que se necesita en la cartelera, y 'La Cuarta Compañía' lo ofrece. La película demuestra una inteligente capacidad para extraer lecciones valiosas del modelo hollywoodense.
En 'Yo, Tonya', Craig Gillespie no solo ofrece una convincente comedia negra y dirige a Margot Robbie en su mejor actuación, sino que también logra poner en contexto y dar profundidad a personajes caídos que, a menudo, glorificamos por entretenimiento.
En relación a otros filmes que abordan o refieren al sida, como 'Philadelphia', 'The Hours' o 'Dallas Buyer’s Club', '120 latidos por minuto' es superior al estar exenta de la emotividad cliché y trascender potentemente la dignidad de los portadores del VIH.
Abrams filma a la altura de la espectacularidad requerida. Para alcanzar estos momentos culminantes, debemos atravesar un trayecto que incluye dos primeros actos con contenido que parece sobrante, además de elementos narrativos que podrían ser intercambiables.
La pequeña fracción de historia inédita o nueva que contiene este episodio es anticlimática porque no sucede en tiempo presente. Es contada en flashbacks o explicada en diálogos que vacían la trama de tensión.
'Aquaman' no remedia la falta de continuidad, cohesión, consistencia en tono y estilo que aqueja a las producciones de DC, un estudio al que la palabra universo le sigue quedando grande.
A 'Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar' le falta un guión que desquite sus contrataciones sobrecalificadas (Depp, Rush, Bardem) y costosos valores de producción.