Un potente drama histórico, una obra intensa que capta la atención del espectador desde el inicio. La narrativa es absorbente y los personajes están profundamente desarrollados. Cada escena evoca emociones auténticas, lo que hace que la experiencia sea memorable. Sin duda, un film que deja huella.
Mítico filme, narración apasionada que alterna con excelente habilidad dramáticas secuencias espectaculares con momentos intimistas, exponente de una manera de entender el cine ya desaparecida.
Divertida aunque irregular comedia. Si bien el desarrollo del guión peca de previsible, el esforzado trabajo de dirección y las divertidas prestaciones del amplio elenco electoral animan lo suyo el desenfreno.
Capra crea una nueva fábula que es a la vez cándida y entrañable. Aunque es sentimental, nunca cae en el empalago gracias a la sutileza de su narrativa.
La grandeza dramática de Mamet se convierte en un estallido de cine tan agresivo como airado. La obra maestra se completa con el trabajo de unos actores sencillamente memorables.
Desolador retrato del desarraigo juvenil a través de un adolescente violento. Un filme casi documental, que hace del compromiso y la denuncia su razón de ser.
Obra asfixiante, desoladora y brutal que retrata una sociedad corrompida que convierte en dioses al poder y el dinero por medio de unas sombras llamadas boxeadores.
Otra aventura de espada y brujería, tan convencional como otras tantos cientos de ellas, aunque resulte un tanto más simpática al estar rodada con medios precarios.
Extraordinaria película que se acerca a dos vagabundos de personalidades opuestas que hacen de la marginalidad una suerte de reivindicación. Sus andanzas sirven al cineasta para elaborar una metáfora, en formato de road movie, sobre el inevitable fracaso de las relaciones humanas (...) narración tan estilizada como puntillosa.
Ejemplo modélico de cine filmado con pasión, de cine serio y eficicente que no quiere hacer creer que una sucesión de secuencias espectaculares bastan para relatar una historia. Un clásico
El lujoso look visual de la Metro da vida a las aventuras de los mosqueteros y sus apasionantes y dinámicos duelos a espada, que Gene Kelly coreografía como si la película fuese un musical. Sabor añejo del mejor cine clásico, redondeado con un reparto magnífico.