Algunos de los métodos cómicos que utiliza son artificiales, sin embargo, la película es valiosa como muestra de que el cine enfocado en la vida de personas en situación de pobreza puede conmover profundamente sin recurrir a la desesperanza.
Feminismo confuso. No se percibe malicia, pero hay un gran despiste. El problema radica en que las opiniones de Trier no siempre coinciden con lo que se entiende al observar la vida de la protagonista.
Relato de un ingenio y un efectivo sentido del humor que de ningún modo traicionan la seriedad del asunto. Ese equilibrio preciso entre vis cómica y hondura emocional es la gran baza de la película.
Deliberadamente histérica, engolada, hortera y tramposa. Como ejercicio intelectual es impecable, pero sentarse frente a ella proporciona una experiencia muy irritante. Es fácil adivinar qué respondería el director al respecto: de eso se trata.
Stewart utiliza un humor sorprendentemente suave, se enfoca en los blancos más sencillos y recurre a una serie de clichés que limitan la capacidad de algunos personajes para mostrar personalidades únicas, mientras que otros se convierten en simples caricaturas.
El único público adecuado para ‘Downhill’ son aquellos espectadores que ni han visto ni han oído hablar de ‘Fuerza mayor’, y que en cualquier caso harían mejor si trataran de subsanar esa falta.
Borensztein fusiona el humor costumbrista con la sátira social, logrando una película que resulta bastante entretenida, aunque también se siente excesivamente formulaica.
Un genio de la comedia llamado Michel Houellebecq. El controvertido escritor y Gérard Depardieu brillan como émulos de Laurel y Hardy en 'Thalasso', hilarante secuela de 'El secuestro de Michel Houellebecq'.
Se pierde en una maraña narrativa. Bertucelli captura a Catherine Deneuve desde todos los ángulos, pero no le ofrece mucho más que fumar cigarrillos y beber té.
El director Martin Provost termina dañando la aguda capacidad de observación que muestra en la primera mitad de la narración, al recurrir en exceso al sentimentalismo.
Pueriles juegos de palabras, sonrojantes chistes picantes. Actrices con el talento y la trayectoria de Shirley MacLaine y Jessica Lange merecen algo mejor.
La puesta en escena resulta rígida y poco inspirada, además, la cámara se limita a un único escenario. Los diálogos son artificiales, lo que contribuye a una obra completamente inerte.
'Chi-raq' se asemeja a un apasionado sermón. Con un estilo distintivo, resulta genuinamente divertido y atractivo, cargado de una intensa pasión y una rabia auténtica. De una manera imperfecta, complementa a 'Haz lo que debas' de forma ideal.
Está lastrada por la falta de chistes buenos y un sobrante de atentados a la lógica, estereotipos flagrantes, gags trillados y tics estilísticos propios de 'sitcom'.
Confirma la pericia de Garrone orquestando secuencias que basculan entre el realismo y la grotesca distorsión y que, en sus mejores momentos, evocan el cine de Fellini.
García Velilla demuestra haber superado ciertos tics y ritmos catódicos pero sus intentos de costumbrismo se ven entorpecidos por la falta de acidez y por personajes que basculan entre la carne y el hueso y la mera caricatura.