En sus aspectos más destacados, 'Max Steel' evoca la esencia de 'Smallville' y 'Teen Wolf'. Sin embargo, en sus momentos menos afortunados, se asemeja a 'Transformers', convirtiéndose en un bullicioso y efímero anuncio de juguetes.
Los primeros cinco minutos presentan una originalidad visual impresionante. Sin embargo, es una lástima que la última media hora se convierta en una serie de persecuciones predecibles.
Kelly se pasa de la raya, priorizando la sorpresa y lo absurdo en lugar de la consistencia. Sin embargo, su esfuerzo resulta emocionante y ofrece una opción única para quienes desean disfrutar de una Navidad espeluznante y no melosa.
Las actuaciones de Paul y Ratajkowski no logran brillar como deberían. La película se siente vacía, carece de tensión y parece tener la intención de impartir lecciones profundas sobre relaciones rotas, pero no lo logra.
El inicio de la tercera temporada encapsula la esencia de la serie, marcando el rumbo para lo que promete ser otra entrega cautivadora y desnudamente sincera.
Bushan utiliza una variedad de estilos en su obra. Proporciona lo esencial para quienes desean una experiencia bélica intensa, pero se asegura de que cada espectador comprenda la magnitud de lo que está en juego antes de que comiencen los enfrentamientos.
La trama se vuelve confusa tras una hora, y los diálogos se asemejan a los de los peores filmes de noir, lo que llevará a los espectadores a anhelar retroceder y elegir otra opción de entretenimiento.
A pesar de tener el potencial de una intrigante trama de bucle temporal, Lehmann y Pnueli no logran desarrollar la idea lo suficiente ni ofrecer elementos sorprendentes o cautivadores.