La película no logra captar la esencia del libro y, lo que es aún más preocupante, genera una aversión que puede desanimar a los espectadores de leer la obra original.
Nadie antes había descrito con tanto humor e ironía el destino de esos judíos supervivientes del Holocausto. Sin embargo, Garbarski no logra establecer el equilibrio adecuado entre la comedia y la tragedia.
No existe en el film ni la épica ni el suspense propio del cine de aventuras. En cambio Shipenko apuesta por el espectáculo visual con unos efectos especiales no muy espectaculares, pero si muy creíbles.
Vicari dibuja un retrato caleidoscópico de esa noche al dar voz a diversos protagonistas. Sin embargo, se nota un cierto maniqueísmo que resta profundidad a la narrativa.
Sórdida historia que busca retratar el lado más oscuro de los habitantes de una gran ciudad como Bogotá, aunque podría ubicarse en cualquier metrópoli.
Es una lástima que el resultado sea bastante confuso. Solo la presencia de Vicky Krieps brilla en este convencional biopic. Lo peor es que no invita a explorar la obra de Ingeborg Bachmann.
Este documental, realizado sin nostalgia y desde una perspectiva contemporánea, ofrece una oportunidad excepcional para explorar la obra de un gran fotógrafo.