Lee Daniels dirige con maestría una orquesta de talentos, pero no arriesga en la narrativa. Los personajes entran y salen de escena de manera convencional, como si se tratara de un libro de historia infantil, y carecen de un punto de vista más profundo.
No deja de ser un retrato incompleto y puede que insatisfactorio. Sin embargo, lo destacable de la película son los perfiles difusos que reflejan la convivencia entre Hitchcock y su esposa.
Una sustancia cinematográfica casi perfecta, un encaje milimetrado en el que cada hilo, cada ingrediente, tiene su sentido y su cometido. Clooney deja que florezca la impresión de presente.
Hay sarcasmo, bilis, inteligencia, desgarro y sutileza en el retrato del franquismo pulposo. Si alguien considera que 'Tíovivo c. 1950' es la mejor obra de Garci, tiene razones y argumentos para apoyarlo; en todo caso, está repleta de esos momentos cinematográficos y desenlaces sublimes que él siempre anhela como espectador.
El recuerdo del buen cine como refugio ante la insatisfacción de la vida. Una película hermosa que ofrece una perspectiva nostálgica, sin melancolía, sobre un pasado difícil pero valorado.
Es una historia llena de sentimientos, aunque su principal defecto radica en que todos los elementos se presentan sin la menor sutileza. Sin embargo, la chispa natural de Machi y Elejalde logra iluminar algunos de esos momentos.
Tiene tantos lados por los que mirarla y tantos asideros a los que agarrarse, que esta película debería gustarle, al menos por su parte adecuada, a todo el mundo. La historia que cuenta es muy visual y rítmica.
El director presenta a su Mesías, y la combinación de explosividad y prudencia del personaje es lo más destacado. Sin embargo, su discípulo no logra captar del todo la esencia. La representación del FBI resulta ser una caricatura poco elaborada.
Tiene calidad e interés, pero se queda corta en sustancia, como un aliño ligero para ese solomillo humeante que son 'Los Soprano', o como un pegote a su lado.
Un musical más puro y oscuro, además de más colorido que 'Bohemian Rhapsody'. Sin tratar de ser complaciente con Elton John, la película explora su vida con toda su distorsión, presentando sus vicios, virtudes y lecciones.
Ni la película ni el hercúleo esfuerzo de Zellweger se sumergen en las aguas trágicas y sórdidas de la estrella, pero al acercarse a su orilla se puede apreciar el horror, el genio y el frío que la rodean.
Un pastiche de cinefilia gamberra que ofrece frases e ideas para que el cinéfilo las saboree repetidamente, sin poder desprenderse de su tono estrafalario ni de su esencia de pastiche.
Con gran astucia cinematográfica y un sentido del humor auténtico, la película logra abrir una ventana hacia la intimidad de sus personajes, que son genuinos y reales.
Hazanavicius realiza una película sumamente entretenida e irreverente hacia el santo, abordando todas las contradicciones artísticas, ideológicas y sentimentales del director suizo.
McGregor aborda con mayor soltura narrativa y con mejor empaque visual y sociológico el drama personal que el nacional, y refleja el entorno de éxito del personaje central.