Sin lograr sobreponerse a su gran escollo, que es su difícil encaje con lo verosímil y su exhibicionismo sentimental, la película logra enjaular momentos de notable intensidad.
Si el riesgo y la diversión son dos de los elementos clave en el cine de Fesser, en "Campeones" se combinan de una manera sorprendente. Es impresionante cómo Fesser, a través de su película, logra conectar todos los aspectos entre sí.
La propuesta carece de seriedad y de un auténtico propósito de madurez, tanto en el juego como en la película. Se centra en rebatir, a través de la comedia y el enredo, la discutible afirmación de que los únicos monógamos son los católicos.
La película tiene una trascendencia limitada, ya que no pretende ser más que una serie de escenas de acción entretenidas y algunos diálogos que ofrecen un toque de frescura. Sin embargo, su enfoque se siente superficial y poco ambicioso.
Hay tres ingredientes en esta película que la convierten en excepcional: su bien elaborado guion, la interpretación llena de matices y el insospechado talento que esparce en ella Linklater.
Se puede criticar al director por limitarse a presentar lo agónico sin ir más allá en su discurso. Sin embargo, lo que hace y dice está realzado de manera efectiva.
El trabajo de Dresen refleja de manera clara el frescor y el naturalismo de la familia turcoalemana, así como el contexto social y político que los rodea, lo que resulta en una película entrañable y encantadora que aborda un tema complejo.
El director ha tomado diversos elementos de la compleja ensalada social y moral que vivimos actualmente, presentándolos en una bandeja que combina drama con toques de thriller psicológico.
Como toda película de atracos, busca un ritmo ágil y una intriga constante. Sin embargo, como producción argentina, también ofrece grandes dosis de humor y un contexto porteño enriquecedor.
El caso es largo y extremadamente complejo. Haynes lo descompone con notable destreza narrativa, sin sucumbir a la tentación de imponer su estilo sobre los materiales, que ya son un auténtico rompecabezas de tragedias.
La intención del documental parece ser meramente descriptiva. Probablemente no hay falsedad en 'La Mami', sin embargo, la verdadera verdad y el drama necesitan de una mayor audacia.
La puesta en escena de Cattaneo es sencilla y utiliza su notable chispa musical para entrelazarla con encanto y emoción en los giros e intrigas del guion, todo ello con un sutil sentido militar.
El relato es de corte clásico, un suave biopic sobre la superación, especialmente de tabúes. Los dramas personales y familiares carecen de profundidad, pero las escenas en los hipódromos son vibrantes y emocionantes.
Película sorprendente en varios aspectos. Quizá no sirva para sacar más conclusión que la de que Jennifer López, además de las obvias, tiene cualidades de actriz hasta ahora insospechadas.
El por fuera de «Mula», o sea el drama y la intriga del relato, está construido de modo impecable (...) lo mejor y lo esencial de la película está en el rostro y el interior de Eastwood y en su vaporosa confesión. (…) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)
[Poppe] utiliza una narrativa sorprendente para situar la cámara y los ojos del espectador en el lugar de los hechos, no reconstruye la tragedia, sino que construye la tensión, el terror, la confusión.
La intensidad de su proyecto y la tenacidad para conseguirlo son la esencia de la historia, pero resulta igualmente fascinante la construcción que hace el director de su personaje, un tipo reservado.
El equipo que sorprendió con la cálida y emocional «Loreak» consigue aquí otro tipo de sorpresa por el altísimo nivel técnico y el equilibrio entre la máxima belleza visual del relato y su fondo «monstruoso».
Terreno casi desconocido para el cine español: una aventura bélica que no busca segundas lecturas ni análisis ideológicos, y que presenta una sorprendente musculatura técnica y pericia narrativa.