Terreno casi desconocido para el cine español: una aventura bélica que no busca segundas lecturas ni análisis ideológicos, y que presenta una sorprendente musculatura técnica y pericia narrativa.
Muy bien ambientada y visualmente enérgica e intensa, la película ilustra bien la despreciable situación que enfrenta. Esta característica la convierte en una propuesta digna de ser vista, siempre que el espectador no espera una experiencia completamente innovadora.
Está muy bien expuesta y muy bien interpretada pero a Sollett se le escapa todo menos el romance de esas dos mujeres; lo demás es todo flojucho y algo fofo, empezando por un Steve Carell de bofetón.
Pieza teatral que no reniega de su condición. Un trabajo de actores que se repasan brillantemente las excelencias de una ciudad irrompible y los matices psicológicos de la banalidad del mal.
Todos los esfuerzos dramáticos de Huppert no logran aportar el menor sentimiento a la historia, resultando en una experiencia similar a la de un documental de sobremesa, aunque con una realización poco convencional.
[Miller] enfoca su atención en la esencia de la historia. La compleja relación entre estos dos personajes, marcada por el frío, la frescura y la flema, proporciona el mejor respiro para el espectador.
Muy bien afilada en sus escenas violentas y en sus diálogos sorprendentes. Quizá 'Templario' saque un suspenso en Historia, pero también un notable en entretenimiento.
Autorretrato del asesino. La actuación de Brendemühl es la base sólida de la película, su presencia oscura y poderosa logra desentrañar el nervio de la intriga.
Horas de luz ofrece un hermoso homenaje a la reinserción y al amor que trasciende las fronteras de la prisión. Además, destaca el desempeño de sus dos protagonistas.
Casi hora y media de entretenimiento con un tipo singular, extraordinario y en la cima siempre de lo polémico, y a la vez un estudio entre bromas de la censura salpicado de humor, cariño y comprensión hacia él.
Chavarrías ha aprovechado al máximo la escasez de elementos y pone la tilde en la ambientación, la excelente fotografía y la interpretación para que tal cantidad de historia quepa y tenga sabor con los ingredientes más que justos.
Fabuloso retrato del ambicioso militar, aunque presenta algunos vacíos importantes. Es un buen tapiz histórico, aunque la parte central carece de fuerza.
Un cuadro duro, seco y frío, con una protagonista, Vicky Krieps, angulosa en todos los sentidos. Es una gran actriz, pero su personaje resulta aún más encorsetado que el de Romy Schneider.