Una historia real que le permite a Spike Lee combinar elementos que domina con maestría, como el humor negro, un ritmo enérgico, la injusticia racial y el choque de supremacías, siempre capturados con su lente.
Cuando aparece el título, ya han ocurrido tantos eventos que uno se impacienta en su asiento. Sin embargo, a medida que avanza la trama, se siente más intención que resolución.
Magnífico retrato con tres o cuatro trazos de la dignidad y fuerza de una mujer. Streep y Hanks están a la altura de sus increíbles personajes; la puesta en escena es insuperable, y el ritmo se siente preciso.
El director maneja con destreza una variedad de recursos visuales y sonoros, así como las actuaciones, logrando que el espectador, desde su butaca y en la penumbra de la sala, desee que se encienda una luz.
Un texto maravilloso, de una belleza, profundidad y sentimiento que trastornan, y una imagen evocadora en blanco y negro que te satura de emociones y reflexiones.
Muy divertida, sin ocultar su trivialidad, presenta una abundante selección de diálogos ingeniosos y un saludable ejercicio de reirse de dos grandes actores que despliegan su autenticidad.
Corsini presenta una narrativa que en esencia abarca dos historias, las cuales parecen tener matices autobiográficos. A medida que entrelaza ambos relatos, es evidente que su fuerza radica en la interpretación de Miguel Ángel Solá.
Es tan espectacular la horma maestra de la inconexión narrativa como el cúmulo de tedio disfrazado de caligrafía humorística sin resultados visibles, o risibles.
Un buen autorretrato y, al tiempo, un buen paisaje neblinoso inglés. Lo que incita a ver esta película es lo que más esconde en el fondo: la interpretación de Meryl Streep y el hierro de Margaret Thatcher.
Hay películas que funcionan a la perfección: esta es una. Hay tanta electricidad y calor en las relaciones de los personajes que los momentos intensos y conmovedores son tan numerosos y contundentes que ocultan cualquier pequeña debilidad o incertidumbre.
El espectador debe confrontar un dilema moral, dentro de un filme que combina intriga y ciencia-ficción, o simplemente una broma sin más. Esta incertidumbre sobre el tono de la película es lo que provoca que tropiece en su desarrollo.
Sorprende por lo bien hecha y contada que está 'Salvador'. Todo en la película es de primera calidad, mostrando un empaque sólido y, al mismo tiempo, una profunda sustancia.
Un ejercicio duro y valioso el de absorber musicalmente el sufrimiento de las víctimas del terror y el de ofrecerles públicamente su apoyo tanto en el pasado como en el presente.
Las últimas escenas son, sin duda, lo mejor de la película; capturan la emoción de manera efectiva. Sin embargo, ciertos diálogos y partes de la trama podrían haberse desarrollado con un enfoque más realista.