Excelente e indescriptible. La construcción de los personajes es espléndida, con un sentido del humor que no desvirtúa el drama. Es un deber recomendarla y casi, casi también ir rápido a verla.
La lógica no sirve para seguir un relato sin prospecto y que tiene apariencia de comedia negra pero alberga todo el rumor de esos dramas que a cierta altura de la vida son ya la música de fondo.
Arranque brillante, es fácil disfrutar del abundante drama de esta comedia, que está llena de furia, reproches y el talento de Estefanía de los Santos.
La puesta en escena es sencilla y se apoya en las interpretaciones de su valioso y numeroso elenco. Aunque no logra profundizar en los lugares que busca, definitivamente logra hacer sentir su presencia.
Divertida, rompedora y semisalvaje historia de violencia, intriga y piezas de puzzle que usa los materiales de Tarantino para agruparse. Aunque es una película muy extensa, resulta tan cautivadora que es difícil apartar la vista.
Es como un film encontrado entre el terror de serie B de los años setenta, lleno de colores vistosos, imágenes confusas, música chirriante, humor de baratillo y un relato de frotarse los ojos.
Un juego de entrada y salida al texto que mezcla la ficción perversa con una realidad sombría. Esta dualidad se logra gracias a la destacada actuación de Emmanuelle Seigner, quien sabe ser chabacana o refinada según lo requiera la situación.
La película es intensa; el resultado resulta ser demasiado grotesco, oscilando entre la tragedia y el sarcasmo. Esto hace que no haya tiempo suficiente para sumergirse plenamente en la historia.
Un clásico del grotesco en el que no hay que pestañear, ya que cada fotograma es una explosión visual. Además, es fundamental prestar atención a los diálogos para captar cada matiz.
Ofrece un inicio que seguramente servirá como referencia en futuras enciclopedias de cine. Es la película más divertida de Huston, pero también la que más refleja su estilo característico dentro del género de la comedia.
Vignal logra captar el tono de la nueva moralidad, equilibrando el matrimonio y una desvergüenza simpática. Es de agradecer que no se adentre en tramas complicadas o escabrosas.
Una película que cumple su cometido de entretener; no ofrecerá, quizá, nada flamante o inédito, pero cumple bien su función a pie de pantalla. Lo malo es luego, cuando hay que fijarla en la memoria.
Tiene en su interior alma de folletín. Logra que su estructura, bien hilvanada a través de elipsis y un fuerte elenco coral, mantenga la intriga y la emoción dramática.
Tan liosa como fascinante, y está tan llena de vida como de pretensión y logro. (...) una profunda historia romántica, y familiar; es también una invitación a perderse en el espacio, el tiempo y sus azares, pero sobre todo es (es decir, será) un clásico de la ciencia ficción.
El guion presenta serias deficiencias, aunque la puesta en escena es elegante, a veces resulta un tanto pretenciosa. Las interpretaciones, incluyendo la de Crowe, son simplemente funcionales.