Un clásico del grotesco en el que no hay que pestañear, ya que cada fotograma es una explosión visual. Además, es fundamental prestar atención a los diálogos para captar cada matiz.
Ofrece un inicio que seguramente servirá como referencia en futuras enciclopedias de cine. Es la película más divertida de Huston, pero también la que más refleja su estilo característico dentro del género de la comedia.
Vignal logra captar el tono de la nueva moralidad, equilibrando el matrimonio y una desvergüenza simpática. Es de agradecer que no se adentre en tramas complicadas o escabrosas.
Una película que cumple su cometido de entretener; no ofrecerá, quizá, nada flamante o inédito, pero cumple bien su función a pie de pantalla. Lo malo es luego, cuando hay que fijarla en la memoria.
Tiene en su interior alma de folletín. Logra que su estructura, bien hilvanada a través de elipsis y un fuerte elenco coral, mantenga la intriga y la emoción dramática.
Una película simpática y divertida que no aporta nada nuevo ni engaña a la audiencia. Tiene algunos chistes buenos, aunque otros son bastante predecibles.
Tan liosa como fascinante, y está tan llena de vida como de pretensión y logro. (...) una profunda historia romántica, y familiar; es también una invitación a perderse en el espacio, el tiempo y sus azares, pero sobre todo es (es decir, será) un clásico de la ciencia ficción.
Schrader cuida su ritmo pausado con una planificación precisa que puede provocar al espectador una sensación de parálisis. Es una buena película, aunque puede resultar difícil encontrarle algún provecho.
Intima y directa, tras más de dos horas de testimonios y lírica, la película ofrece momentos jugosos y graciosos. Sin embargo, la travesía es lo suficientemente complicada como para que al final sientas que mereces también un premio.
Un cine tan lleno de lucidez, tan pletórico de forma y de fundamento, que agradece uno toda la paciencia y la perseverancia necesaria hasta llegar allí.
[Urkijo] sale victorioso por lo atractivo de su aventura y de sus personajes. Es interesante ver esta película, que resulta tan esforzada y diferente, así como el contexto que la rodea.
Bestial y espectacularmente aparatoso 'Juego de vikingos'. El momento cumbre de Skarsgård y Bang en la zona de desenlace está filmado para que no se olvide fácilmente.
Es una película que aborda sentimientos complejos, los cuales se hacen evidentes a pesar de la intrincada narrativa y del uso, quizás excesivo, de la cámara lenta. Esto se debe, en gran parte, al desempeño del trío protagónico.
Muy bien filmada, con gran gusto en el diseño, y muy bien interpretada por las dos actrices, pero el alcoholismo, ese elefante, no está apenas en escena y la película rehúye de lo que quiere hablar precisamente hablándolo.
Una cámara fría y desapasionada se entrelaza con una intensa narrativa sobre la mafia. Lo fascinante de 'Gomorra' radica no solo en su denuncia, sino en su profunda descripción de la realidad.
La trama habitual se presenta desde una perspectiva familiar, transitando desde la atracción hasta el desprecio, similar a lo que hizo Scorsese en 'Uno de los nuestros'.
Es como un crucigrama chino, no hay quien le haga un hueco en su cabeza a semejante ensaladilla. A uno ya le van pesando las catorce o quince horas de serial.