La película carece de acción y emoción, lo que provoca que la trama se sienta lenta y poco interesante. El guion parece no seguir el ritmo de la historia, dejando al espectador desconectado de lo que ocurre.
Un fascinante reflejo del arte urbano, explorando conceptos como el pop, la verdad y la falsedad. Realizada con genuino talento, destila un humor e ironía excepcionales.
Este documental presenta un elenco de personajes peculiares y singulares. Sin embargo, la propuesta de Gianfranco Rosi se siente más como un ejercicio aburrido que como una obra cautivadora.
Es una obra excepcional que destaca por su brillantez y singularidad. Su naturaleza ambiciosa y visionaria la convierte en una experiencia inquietante y sorprendente, llena de riesgo y originalidad, aunque a veces se siente un tanto desequilibrada.
Una reflexión sofisticada y clara sobre la existencia y el fin de la vida, que evita el sentimentalismo excesivo pero abraza momentos de emoción, profundizando en los miedos, la fortaleza y las debilidades de la condición humana.
Sorprendente, con una magistral dirección y unos personajes memorables que recuerdan a la obra de Ibsen. La habilidad de Im Sang-soo logra mantener al espectador en un vaivén constante entre comedia, drama, thriller, romance y fantasía, dejando una sensación de haber experimentado cada uno de estos géneros.
Conduce al espectador a través de un arduo recorrido moral, emocional y físico. En este trayecto, Fassbinder se detiene en momentos impactantes, llenos de intensidad y sufrimiento.
Una película ideal para cerrar una merienda infantil. Aunque está repleta de tecnología avanzada, transmite una sensación de artesanía y de fábula clásica que brinda al espectador un respiro y un sentido de admiración.
Cómo tocar otro son en Cuba y cómo bailarlo sin que se moleste Fidel. Tiene mérito ponerle música a esa ciudad que no sea la tópica del trópico, sin mojarse ni bucear, eludiendo la parte fría.
Lang hace un buen trabajo de recreación ambiental, ofreciendo una película que se experimenta con desagrado y que aborda temas que ya deberían ser evidentes, como los 'goebbelitos'.
Es una obra inmensa que ofrece entretenimiento en algunos momentos, con destellos de ingenio. Su despliegue visual y musical es característico, dejando la sensación de que el principal disfrute proviene del propio Tarantino.
Repleta de ideas, lenguaje, cine y humor, además de una mezcla de fantasía y realidad. Es raro encontrar una historia que se cuente de manera tan perfecta.
Más que una secuela, menos que el original. Hay que evitar la inevitable comparación entre esta película de Denis Villeneuve y la original. Es una magnífica película, aunque su grandeza quizás se aprecie más en el futuro.
El estilo visual, la atmósfera y la historia recuerdan a una fusión de Larsson y Fincher, impregnada de elementos de «True Detective», logrando así un suspense inquietante y un perfil de detective atormentado.
Película que, a pesar de su simplicidad, impacta profundamente. Es fascinante y estimulante durante la visualización, además de ser introspectiva y cargada de emociones una vez que se reflexiona sobre ella.
La sorpresa ha desaparecido hace tiempo, al igual que la gracia y la irreverencia. Las referencias y la sátira cinematográfica son solo un recuerdo. Aunque continúen lanzando secuelas de "Shrek", lo cierto es que solo hay un verdadero "Shrek", el original.
Relatan unas situaciones que, con una apariencia sencilla y cotidiana, se enredan hasta el punto en que hablar de ellas se vuelve incómodo, incluso absurdo. Todas aportan su encanto, su esencia y su reflexión.
La adaptación no solo destaca por su lujosa ambientación y su meticulosa puesta en escena, sino también por su fascinante vínculo con las costumbres, defectos y armonías de la actualidad.
El discurso, la acción y los personajes se presentan de manera incisiva. Entre todos los intérpretes, es el perro quien realmente parece estar a gusto en su papel, mostrando una comprensión clara de su texto y del contexto en el que se desarrolla.