Una experiencia narrativa embriagadora que transita desde la risa hasta el desagrado, pasando por momentos de extrañeza y reflexión; presenta un conjunto notablemente desequilibrado y caótico.
No hay mucha palabra, algo de conversación y sí una invitación constante a la meditación, al conocimiento, al encuentro consigo mismo. Más que un documental o película, 'Blow Horn' se presenta como unos ejercicios espirituales.
Una película de intensa tensión romántica, aunque el hecho de que quienes protagonizan ese amor lo hagan tal vez le reste originalidad, colocándola en una categoría conocida.
El acoplamiento de trama y montaje, el ímpetu de las secuencias de acción y unos diálogos bien elaborados hacen de ‘Despierta la furia’ una obra única.
Es la transformación del cine negro de los Coen en una comedia oriental con escenas impresionantes, aunque algo ingenuas. Pronto se convierte en un 'noodle western' con un tono más bien burlón.
Weitz carece de la precisión necesaria para manejar adecuadamente los tiempos y las transformaciones de sus personajes, lo que provoca una caída abrupta de la historia en su conclusión.
Mortensen realiza una actuación excepcional, convirtiendo esta historia en una profunda reflexión sobre finales y comienzos. La forma en que se traduce en imágenes añade un fascinante nivel de intriga a esta exploración interna.
Relatan unas situaciones que, con una apariencia sencilla y cotidiana, se enredan hasta el punto en que hablar de ellas se vuelve incómodo, incluso absurdo. Todas aportan su encanto, su esencia y su reflexión.
Es una película interesante que aborda cuestiones éticas fundamentales. Aunque está bien ejecutada tanto técnica como artísticamente, carece de la fuerza trágica necesaria para provocar una profunda conmoción en la audiencia.
La película carece de acción y emoción, lo que provoca que la trama se sienta lenta y poco interesante. El guion parece no seguir el ritmo de la historia, dejando al espectador desconectado de lo que ocurre.
El discurso, la acción y los personajes se presentan de manera incisiva. Entre todos los intérpretes, es el perro quien realmente parece estar a gusto en su papel, mostrando una comprensión clara de su texto y del contexto en el que se desarrolla.
Historia de altísimo contenido emocional. Labaki suaviza las llamas del infierno con elementos puramente cinematográficos, como un actorcito tan expresivo y genial que hipnotiza por completo.
Un policíaco intenso y directo, filmado con energía y pasión. Las actuaciones son audaces, llenas de confianza, mostrando una gran exigencia tanto física como moral. La historia mantiene al espectador totalmente inmerso en su desarrollo.
La ambientación, la textura, la música y el diseño de época son exceletes, al igual que el diseño del personaje. Sin embargo, la representación de Trump es escasa y no refleja la imagen que conocemos.
Un arsenal cautivador de detalles y procesos tanto íntimos como policiales y políticos transforma esta película en un thriller excepcional, cargado de tensión, intriga y con numerosas aristas intrigantes.
'Emilia Pérez' es una obra ambiciosa y deslumbrante. Integra diversas géneros como el musical, el melodrama, la intriga y el thriller, abordando la complejidad de la transexualidad desde ángulos poco convencionales.
La música flamenca, la estética poética y el uso del contraluz realzan los dos escenarios inalcanzables de la película, que se desarrolla entre la procesión y el repique de campanas.