Lanthimos explora la conexión entre el thriller psicológico y la tragedia griega, logrando generar un inquietante malestar en el espectador a lo largo de la película.
Película de origen húngaro que, aunque comienza de manera rápida, se vuelve cada vez más extraña a lo largo de su desarrollo, convirtiendo su mensaje en algo poco claro y monótono.
A pesar de la complejidad característica del director, la película se sitúa cómodamente en el ámbito del cine familiar. Las sorprendentes combinaciones estéticas que utiliza Del Toro para dar vida al ‘universo Pinocho’ son realmente impactantes.
Es una película que realmente merece ser vista y disfrutada. Su historia atrae por su encanto y sencillez, ofreciendo un relato lleno de diversión, además de ser una gran oportunidad para descubrir el talento de Gal Gadot.
Kitano se ríe de sí mismo en una obra que destaca por su egocentrismo y sus fantasías. Ofrece situaciones que, aunque repetitivas y violentas, generan una reflexión sobre su propia obra.
La película de Spielberg comienza de forma increíble, cautivando al espectador con un inicio espectacular. Sin embargo, a medida que avanza y se esperaba un desarrollo más introspectivo, la dirección del director pierde algo de fuerza.
Una película de intensa tensión romántica, aunque el hecho de que quienes protagonizan ese amor lo hagan tal vez le reste originalidad, colocándola en una categoría conocida.
Es la transformación del cine negro de los Coen en una comedia oriental con escenas impresionantes, aunque algo ingenuas. Pronto se convierte en un 'noodle western' con un tono más bien burlón.
Las aventuras son delicadas, cargadas de humanidad, melodrama y romance, lo que les otorga un encanto particular, especialmente gracias a las actuaciones femeninas. Es posible que algunos sientan que la historia les resulta familiar, y no estarían del todo equivocados.
Tras las inesperadas y atractivas dos primeras películas, lo que más impacta de 'Eclipse' es la frecuencia con la que los protagonistas expresan su amor entre ellos, ahora ya en un trío.
Está llena de momentos, de situaciones y secuencias de una espectacularidad a prueba de lógica y que cumplen esa función de hipnotizar y entretener al espectador hasta que el chasqueo de la palabra "Fin" lo despierta.
Una película fascinante que hipnotiza con impresionantes imágenes y un lenguaje enigmático. Incluye primerísimos planos del rostro de Beckinsale que rivalizan con la belleza del sol de la Acrópolis.
La producción es impresionante y aporta autenticidad a la representación. El director logra establecer un ritmo intrigante que mantiene al espectador en vilo, capturando su estado de ánimo de manera efectiva.
Lo mejor de entonces y lo mejor de ahora, con una excelente definición y emoción en las personalidades de cada una de las hermanas. Las interpretaciones son memorables y dejan una huella en la audiencia.
Si bien la trama de la aventura no presenta grandes giros, destaca por su impresionante técnica y un cuidado diseño de personajes que son inquietantes y visualmente sorprendentes.
Hay atmósfera y sorpresas visuales, pero no hay acceso a lo que debería ser una gran historia. Castro logra mantener un leve interés en el espectador, intentando encontrar una manera de conectar con el relato.
Brendemühl presenta una interpretación arrogante como Olegue, el prestamista. Sin embargo, los personajes carecen de un perfil definido, y la lógica detrás de sus acciones se convierte en la principal intriga de la trama.