Es una película que resulta adecuada y presenta algunos momentos memorables, aunque carece de fuerza y matices. Da la impresión de que Todd Phillips pasó por un mal momento y decidió reflejarlo en el sufrimiento del Joker.
Lo mejor de entonces y lo mejor de ahora, con una excelente definición y emoción en las personalidades de cada una de las hermanas. Las interpretaciones son memorables y dejan una huella en la audiencia.
De la luminosa reconstrucción de Galdós a los oscuros fusilamientos de Goya, Garci presenta un banquete de personajes, formando un impresionante orfeón en torno a la pareja principal.
El duque de Obando, interpretado por José María Pou, aporta un toque de gracia a la película. Es una comedia ligera y cambiante, aunque quizás un poco más de profundidad sería beneficioso.
Lanthimos explora la conexión entre el thriller psicológico y la tragedia griega, logrando generar un inquietante malestar en el espectador a lo largo de la película.
Película de origen húngaro que, aunque comienza de manera rápida, se vuelve cada vez más extraña a lo largo de su desarrollo, convirtiendo su mensaje en algo poco claro y monótono.
Collet-Serra presenta un asombroso espectáculo visual con mundos primitivos y, en medio de la diversión y los efectos especiales, ofrece una reflexión profunda sobre la justicia.
Kitano se ríe de sí mismo en una obra que destaca por su egocentrismo y sus fantasías. Ofrece situaciones que, aunque repetitivas y violentas, generan una reflexión sobre su propia obra.
Lo más destacable de esta obra es que logra conservar la notable complejidad de su conflicto, evitando caer en la hostilidad social y las pasiones políticas que caracterizan esta era de intereses y manipulaciones.
Una narrativa sobre vampiros poco inspirados, que intentan lucir contemporáneos pero terminan resultando anticuados, mostrando únicamente un reflejo de su propia pedantería.
Una película que se centra en la acción y la venganza, pero su director le resta pasión, presentando una narrativa sobria que resulta más reflexiva que dinámica.
No hay apenas enganche sentimental con el espectador. En 'Un amor', Coixet se ha alejado de algunas de sus mejores virtudes, como la sentimentalidad o la mirada amable a sus criaturas, como si se hubiera dejado llevar por una moda.