Una suerte de recuerdos que muestran situaciones sin una intención puramente narrativa, apelando a la nostalgia a través de un sentido de lo estético por encima de la media.
Desborda imaginación, es colorido y visualmente atractivo. El trabajo realizado, siendo una pieza individual, podría fácilmente ser confundido con el de un gran estudio.
Sin ser arte y ensayo, ni cayendo en los atajos del cine de multisalas, encuentra un equilibrio perfecto entre ser fiel a su autor y al mismo tiempo rendir tributo al clásico original. Necesitamos más remakes así.
Una historia intensa, oscura y profundamente inquietante. No es que éste sea el futuro de la narración interactiva; es que, desde ya, es su presente inmediato.
Una película que tiene potencial para funcionar de maravilla en las salas, un 'crowdpleaser' con su toque de denuncia y contexto sociopolítico en el que destaca la interpretación de Zuzana Mauréry.
Un film inclasificable e insobornable, que presenta una serie de viñetas cada una más desquiciada que la anterior, apostando por la abstracción incluso en el plano narrativo.
En cierta medida, una versión a escala de la veracidad que arrojan las películas de la trilogía 'Antes del...' de Richard Linklater cumple sobradamente con aquello que se propone.
Un excelente ejercicio de intriga bien calculada. Un estudio de personajes metódico y ejecutado con una precisión admirable, ofreciendo dos impresionantes interpretaciones principales.
Salvaje y extremadamente violenta, esta obra presenta un humor negro tan profundo como un pozo de petróleo. Se trata de una moderna reinterpretación de Bonnie & Clyde que abraza la cultura pop, dejando a nadie sin ser tocado.
Ripstein regresa al melodrama descarnado. El problema no radica en la estructura, sino en la percepción de que el guión carece de fuerza y se limita a lo puramente anecdótico.
No es un documental, pero la extraordinaria interpretación de Timothy Spall hace que parezca que no hay ni un ápice de ficción. Un biopic muy solvente.
Una mezcla interesante entre el estilo de Shyamalan en "El Bosque" y el enfoque de Haneke en "La cinta blanca", que ofrece momentos de impacto, tensión y sorpresa a lo largo de toda la película. "La Bruja" se establece como un hito indiscutible dentro del terror contemporáneo.
El mérito recaería principalmente en Julia Donaldson, si no fuera por la excelente ejecución de la animación. Además, la obra ofrece una mezcla equilibrada de comedia, intriga, acción y drama, todo en sus justas medidas.
Es lo más cerca que ha estado nunca la aventura de ser no sólo física, sino también emocional. Un film bellísimo, con uno de los finales más perfectos que recuerdo.
Por fin una película de terror que no se arrepiente de serlo, se rueda al estilo clásico, sin apenas efectos especiales, utilizando el sonido y la imagen para crear momentos de intriga. Esto es lo que realmente la hace funcionar.
Un trabajo modesto y muy meritorio para estar hecho por sólo una persona, pero fracasa a la hora de transmitir la agonía existencial de su protagonista. Podría ser mejor, pero es una experiencia sensorial interesante.