Una obra que obliga a reflexionar constantemente, y que seguramente es aún hoy más provocadora -no provocativa- que 'La Pasión de Cristo' (2004) de Mel Gibson.
Un bodrio es aburrida y fallida. Si parte del dinero invertido en esta costosa producción se hubiera destinado a contratar a un guionista, el resultado podría haber sido distinto.
No hay personajes secundarios que ayuden a entender o resaltar la figura del protagonista. Esto lleva al actor de 'Joker' a utilizar frases o mostrar actitudes que, en lugar de enriquecer, empobrecen la perspectiva del artista sobre el personaje.
Parece muy probable que Cooper sea reconocido en la temporada de premios, al igual que Mulligan. Su entrega actoral es completa y su parecido físico es impresionante.
Sissi es interpretada por Vicky Krieps. La ironía es la herramienta que emplea con más destreza para afrontar el desafío de dar vida a la emperatriz, logrando rápidamente la empatía del espectador.
El filme va más allá de la investigación de Eduardo Puppo para determinar si el tenista fue, o no, el Número 1 del mundo. La palabra que, aunque no sea la más repetida, sí está más arraigada en este documental, es pasión.
Como toda buena película, acepta acercamientos diversos. Se la puede ver como un drama, pero también analizarla desde cómo los personajes masculinos ejercen opresión más que comprensión sobre los femeninos.
Las anécdotas no son atrayentes, faltan hechos importantes y figuras que entrevistar. (...) llama más la atención por lo que no muestra que por lo que se ve.
Uno ya está avisado cuando ve documentales producidos por el mismo personaje que será retratado. Es la historia oficial, la versión aprobada. Con 'Gaga: Five Foot Two' no sólo ocurre eso, sino que la diva muestra sin tapujos sus divismos, sus aires, qué tan pagada de sí misma es.
Su película es más rica en la creación de climas y atmósferas que en diálogos. Cassel siempre tiene un gesto que sorprende, y esto le viene a la película como anillo al dedo.
Es inobjetable desde cómo está realizada, y técnicamente es irreprochable. La controversia se abre desde lo ideológico. Y allí cada uno sabe qué opinar.