Es esta una de esas películas en las que las actuaciones superan con creces las situaciones y diálogos. La comedia se mueve entre lo disparatado, lo burdo, lo soez y lo meramente superficial.
Rara, pero no extravagante, compleja y para nada complaciente, 'Crimes of the Future' nos deja peor que como entramos al cine. La indiferencia no es posible.
La tensión es constante, hay algo entre la perversión, el deseo y el placer que se conjugan como un combo explosivo, todo lo que es muy bien orientado por la realizadora.
Alex de la Iglesia se manifiesta en su mejor estilo; como en sus películas más destacadas, 'Las brujas' se presenta como una obra desprejuiciada, anárquica, envolvente e intensa.
Ciencia ficción que recuerda en gran medida al primer Terminator, con intensos tiroteos y un mar de muertos. La violencia es extrema y se siente una profunda sed de venganza, acompañada de sacrificios y un notable duelo interpretativo entre Gordon-Levitt y Willis.
Es una película que explora la hombría y la hermandad en un Estados Unidos que enfrenta una crisis social y económica. Los mensajes son evidentes, tanto en el guión como en la cinematografía. Aquellos que deseen comprender, deben hacerlo.
Es un thriller, pero también comedia. Y si se quiere hilar más fino, un drama sobre un hombre solitario enmarcado en una sociedad rural, empequeñecida y –él- sin futuro aparente.
La película presenta gráficos impactantes y muestra el compromiso de los entrevistados. Su objetivo es concienciar sobre el tema, y aunque el tono del actor es a veces excesivamente didáctico, la gravedad del asunto nos permite dejar de lado cualquier tipo de prejuicio.
Hay algo evidente en el cine de Scott, y en particular en los relatos históricos que filma: los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, con armas filosas, no tienen parangón alguno con las guerras del siglo XXI.
No sería lo mismo si el Adam de título, en su versión adulta, no fuera Ryan Reynolds. Es que el canadiense tiene un timing para la comedia, que cuando en sus películas se combina con el cine de acción, parece que fuera imbatible.
Con una heroína joven, independiente y confianzuda, y que no tiene interés romántico, el filme marca cambios y mantiene otras tradiciones habituales en las películas de la compañía.