Se ve con placer, por más que en algunas transiciones se noten las costuras. Y como también es un filme “de actuación”, el elenco numeroso tiene como para divertirse. (...) Hay muchos motivos para ir a ver esta película. Disfrútenla.
El esperado regreso de Juan José Campanella llega con una película que refleja su estilo característico, evidente en sus diálogos. Además, es un homenaje al cine argentino de oro, ese que posiblemente nunca volverá.
Es más comedia que otra cosa. Tiene tantas, pero tantas vueltas de tuerca, que se va apretando, encerrando, y en vez de liberar la risa termina por momentos agotando.
El humor resulta ser vulgar y ofensivo, con un enfoque sexista y, en ocasiones, escatológico. La película presenta una hora y media de chistes con remates anticuados y giros de trama que sólo retuercen la narrativa.
Lo nuevo de Alex de la Iglesia presenta una mezcla de desenfado, crueldad y miserias narradas con humor, todo en un formato que puede desafiar a los más sensibles. 'Mi gran noche' inicia con gran intensidad y mantiene su nivel sin decaer a lo largo de la historia.
La película se beneficia enormemente de la actuación de Bertuccelli, quien, como comediante en el cine nacional, parece no tener rival en la actualidad.
Entre momentos de absurdo y complicidades de género, la obra llega a su fin. Nos quedamos reflexionando sobre la falta de sentido de tantas peleas, mientras las destacadas actuaciones permanecen atrapadas entre cuatro paredes.
El tema es atractivo, pero la forma en que se presenta deja mucho que desear. En ocasiones, parece que se intenta evitar la romantización, pero se le otorga un tono discutible.
Es una realización, un despliegue visual, una manera de utilizar la cámara poco habitual. Claro que a la película le hubiera venido bárbaro contar con un guion más sólido.
Besson regresó al cine de acción con una narrativa modesta que no parece contar con los elementos necesarios para destacar en la competencia en Venecia.
Una película de digestión rápida, y a algunos puede resultarle tediosa. Pero tiene un personaje de carne y hueso, que respira y al que le circula sangre en sus venas.
Una comedia infantil, familiar y divertida. Hay pocas películas aptas para todo público que se puedan disfrutar con los más pequeños, y seguramente, muchos estarán agradecidos por el estreno de 'Harold y su crayón mágico' en la gran pantalla.